Danone ha eliminado las etiquetas de la gama para adultos de sus botellas Actimel en España y Portugal con el objetivo de reducir la producción de 115.000 kilos de plástico al año, apostando por el ecodiseño para avanzar en su propósito de sostenibilidad y cuidado del planeta.
Esta acción forma parte de la estrategia de circularidad de la empresa de alimentación con la que pretende llegar a 2030 con el 100% de sus envases reciclables, reutilizables o compostables, según ha informado Danone en un comunicado.
«Con esta acción, la marca no solo está comprometida en ayudar al sistema inmunitario, sino que también toma acciones concretas para contribuir positivamente sobre el planeta ayudando a mejorar su reciclabilidad», ha añadido.
La responsable de Sostenibilidad y Transformación empresarial de Danone, Silvia Canals, ha valorado la eliminación de la etiqueta como «un paso más de la marca» hacia la mejora de toda su cadena de valor desde la economía circular y la apuesta por el ecodiseño.
A partir de ahora, la nueva botella de Actimel presentará una nueva tapa diseñada según el sabor de cada variedad y en sintonía con los «estrictos criterios de seguridad alimentaria y buscando seguir ofreciendo la máxima calidad en el producto desde su contribución a la salud», según ha especificado la compañía.
IMPULSANDO EL CONSUMO CIRCULAR
El objetivo de Danone es impulsar un modelo de producción y consumo circular que garantice un sistema alimentario más «saludable, sostenible e inclusivo», que permita avanzar hacia la descarbonización del planeta.
Este esfuerzo por reducir las emisiones de CO2 y descarbonizar el negocio, se extiende a toda su cadena de valor, destacando entre sus logros la reducción de la intensidad de carbono de la leche fresca de sus granjas proveedoras en un 21% desde 2017 (kilogramos de dióxido de carbono equivalente/kg leche), siendo esta leche una de las materias primas principales empleadas en la producción de Actimel.
A esto se le suma las reducciones de dióxido de carbono derivadas del ecodiseño. Así, gracias a acciones como la eliminación de etiquetas, Danone logrará evitar la emisión a la atmósfera de 383 toneladas de CO2 al año, derivada de la producción de plástico virgen, lo equivalente a lo que emiten 1.871 coches viajando de Barcelona a Córdoba ida y vuelta.
Para Canals, la contribución a la economía circular supone «todo un reto para el sector». Por ello, ha explicado que la compañía se enfoca en utilizar la cantidad óptima de materiales provenientes de fuentes sostenibles y tratar los desechos como un recurso más, «repensando constantemente nuestras soluciones de packaging y tratando de encontrar fórmulas más eficientes desde el ecodiseño».
Esta iniciativa contribuye al proyecto europeo de compañía de ecodiseño y reciclabilidad, que permitirá ahorrar un total de 886.000 Kg de plástico al año.
CONTRIBUYENDO A UNA PRODUCCIÓN MÁS EFICIENTE
La planta de fabricación de Actimel en Aldaia, Valencia, es la más grande que tiene Danone en Europa y cuenta con una instalación de paneles solares que le permite ser autosuficiente en energía.
Esta planta cuenta con 5.680 placas fotovoltaicas distribuidas en 36.000 metros cuadrados y con una capacidad instalada de 3.4 megavatios pico, lo que le permite suministrar el 20% de su energía a partir de fuentes verdes autoabastecidas.
Esto se traduce en una reducción anual de más de 735 toneladas de CO2, equivalente a la cantidad de dióxido de carbono absorbido por 49.000 árboles plantados en un año, aproximadamente un tercio del total de árboles en la Comunidad Valenciana, según la compañía.
Además, la planta ha recibido el certificado de Residuo Cero de Saica Natur, una empresa de servicios medioambientales y gestión de residuos.