El sector apícola de COAG ha calificado de «postureo legislativo» la «decepcionante» modificación de la directiva de la miel presentada recientemente por la Comisión Europea (CE), según informa en un comunicado.
En concreto, esta propuesta llega tras años de demandas de modificación por parte de numerosas organizaciones agrarias y apícolas, tanto europeas como españolas, para una correcta identificación del país o los países de origen de la miel en su etiquetado.
El pasado viernes, la Comisión presentó un texto que para la organización agraria es «absolutamente decepcionante», ya que no se contempla nada más allá de la obligación de mencionar en las etiquetas el país o los países de origen en los que la miel ha sido recolectada.
«Es algo que ya es obligatorio en España desde 2020 y que no ha solucionado ni los problemas de importaciones masivas de siropes y sucedáneos de miel al mercado nacional ni la existencia de mezclas sin orígenes comprobables en los lineales de las grandes superficies», ha asegurado el responsable de sector apícola de COAG, Pedro Loscertales.
Loscertales ha asegurado que las «empresas importadoras, envasadoras y comercializadoras de miel a gran escala estarán frotándose las manos con esta propuesta». «El Parlamento Europeo y el Consejo deberán demostrar en el trámite legislativo si están del lado de los consumidores y el sector apícola europeo o sirven a los intereses del lobby de la industria envasadora», ha señalado.
COAG ha explicado que si esta propuesta de la Comisión no es enmendada por el Parlamento Europeo o el Consejo, no supondría prácticamente ningún cambio para el sector productor respecto a la situación actual, ya que no se plantea ningún cambio adicional a la exigencia de mención en las etiquetas del país o los países de origen en los que la miel ha sido recolectada.
Tampoco aborda nada sobre señalar en las etiquetas los porcentajes de los países de origen de las mieles en casos de mezcla o la aplicación de tratamientos térmicos indeseables y tampoco define la ‘miel filtrada’ para evitar que sucedáneos de miel (como las mieles ultrafiltradas) puedan seguir identificándose como verdadera miel en los lineales de las grandes superficies.
«No aporta más que un titular en prensa que no conlleva cambios reales que protejan a las personas consumidoras y productoras de miel.
Esperamos que el ministro Luis Planas cumpla con lo expresado en pasadas
semanas y lidere, durante la presidencia española de la Unión Europea, un cambio drástico de la propuesta en diálogo con el sector: así no nos sirve», ha zanjado el responsable de COAG.