La Comisión Europea ha abogado este martes por prorrogar el veto a las importaciones de cereales procedentes de Ucrania concedido a Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia por las perturbaciones en su mercado –y que expira el 5 de junio– al menos hasta finales de octubre, una vez culmine la cosecha para garantizar que estos cinco países en primera línea cuentan con suficiente almacenamiento.
Así lo ha asegurado este martes tras la reunión de ministros de Agricultura de la Unión Europea celebrada este martes en Bruselas en contra de la petición del ministro del ramo de Ucrania, Mykola Solskyi, que ha solicitado que no extienda esta restricción, que sí permite la circulación del cereal a otros países de la UE, más allá del 5 de junio porque considera que «no es el modo» de resolver la situación.
En el extremo contrario, esta propuesta del Ejecutivo comunitario tampoco contenta a los cinco países colindantes con Ucrania, que piden que el veto se prolongue al menos hasta finales de 2023, además de una compensación financiera «adecuada» para sus agricultores, según ha señalado la delegación eslovaca en redes sociales.
«Tenemos un gran problema de reserva en los almacenes de estos cinco países, en los que ahora hay más grano que en Ucrania, razón para prolongar la prohibición temporal de las importaciones», ha aseverado Wojciechowski, quien espera poder convencer también al resto de Estados miembro críticos con lo que consideran un «trato diferenciado» dentro del mercado interior.
En concreto, se trata de Francia, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Estonia, Alemania, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Eslovenia y España, quienes remitieron una carta a Bruselas el pasado 12 de mayo en la que reclamaban transparencia sobre las decisiones en torno al veto, preocupados por el precedente que pueda sentar.
El comisario polaco ha defendido que la restricción a las importaciones de colza, maíz, trigo y semillas de girasol concedida a estos países es un criterio «justo» que responde a circunstancias «especiales», ya que soportan el 80% del incremento de 6.000 millones de euros de las importaciones de cereales procedentes de Ucrania.
«Espero que no haya obstáculos y este dinero llegue lo antes posible a los agricultores de estos cinco países colindantes con Ucrania», ha incidido, aunque ha apuntado que se toma «muy en serio» también la reclamación de la parte ucraniana, para quien cree, no obstante, que esta prórroga sería también «beneficiosa».