El pasado 13 de enero dio comienzo en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México la décima temporada de Fórmula E, el campeonato de velocidad de vehículos eléctricos que reemplazará en el futuro, en cuanto desaparezcan los coches con motores de combustión, a la, de momento, todopoderosa Fórmula 1. Esa es, además, la decidida apuesta por la sostenibilidad y la electrificación que viene desarrollando DS, la marca premium del grupo automovilístico Stellantis. Tan es así que en 2015, el año en que nacía DS como marca independiente del grupo empresarial entonces conocido como PSA, se integró plenamente como proveedor del motor eléctrico del equipo DS Virgin Racing Racing Formula E en la segunda temporada de existencia del campeonato.
La transición definitiva de DS a la movilidad eléctrica de vehículos de serie se inició en 2019 cuando se lanzó la familia E-Tense. Y en 2021 DS, que ya disponía de versiones electrificadas de todos sus modelos, anunciaba que a mediados de esta misma década daría el adiós definitivo a los motores de combustión. La medida estratégica no se ha hecho esperar y ya se ha confirmado que 2024 es el año en el que DS se ha convertido en una marca 100% eléctrica, lanzando toda una serie de nuevos modelos a baterías y una nueva plataforma para vehículos de cero emisiones.
Para el desarrollo de la tecnología que llevarán de serie sus vehículos de calle resulta fundamental la presencia de DS en la Fórmula E (que compite este año con el nombre DS Penske, por su asociación con la escudería estadounidense de coches de carreras Penske): igual que la guerra es el mal necesario para todo tipo de avances de progreso para la humanidad, todo lo que se experimenta y aprende en la máxima competición eléctrica le sirve a DS como plataforma de i+D para su gama E-Tense. Y no es poco lo aprendido, al haber contado siempre con el expiloto francés de Fórmula 1 Jean-Éric Vergne en su escudería. Vergne es el único bicampeón del campeonato, que ganó en las temporadas 2017-18 y 2018-19 (y un tercer puesto en la 2019-2020); es también líder en pole positions de la competición y el segundo por número de podios alcanzados, con 30, por detrás de los 39 del piloto brasileño Lucas di Grassi, ganador en la temporada 2016-17.
El italiano Eugenio Franzetti es desde noviembre de 2022 el director de DS Performance, la división del grupo Stellantis que se encarga del desarrollo de vehículos de competición, y la persona con la que nos hemos citado a las afueras de Versalles, para visitar la sede central de la compañía. “Stellantis tiene un único departamento de deportes de motor, y dentro de ese departamento está el subdepartamento de Fórmula E, que es donde trabajan los técnicos que están trabajando en el desarrollo de la unidad de potencia tanto para DS como para Maserati [otra marca del grupo que ha debutado en Fórmula-E esta temporada]. La unidad de potencia significa todo lo que es hardware: el motor inverter y la caja de cambios; luego cada uno de los dos equipos trabaja por separado para desarrollar el software y la gestión de la estrategia del software”.
Franzetti explica que toda la experiencia “que estamos acumulando gracias a las competiciones de motor es fundamental, porque es donde se lleva al límite la experimentación”, y luego toda esa experiencia “se comparte diariamente con los ingenieros que están trabajando en los actuales coches de serie, sobre todo en los modelos futuros. Teniendo en cuenta que a partir de 2024 todos nuestros nuevos automóviles DS iban a ser 100% eléctricos, la estrategia pasaba por crear una marca de competición en la Fórmula-E, para, a partir de ahí, construir una marca eléctrica premium de serie. La tecnología que usas en el automovilismo de competición pasa luego a los coches GT superdeportivos, luego se traslada a los coches premium y luego termina en los coches convencionales. Siempre ha sido así. Y eso es lo que estamos haciendo ahora, que llegará rápidamente a nuestros coches premium”.
En opinión de Franzetti, las grandes marcas de automóviles están muy centradas en la competición eléctrica. “En la Fórmula-E hay siete fabricantes reales, de coches de calle reales, mientras que en Fórmula 1 hay menos. La Fórmula 1 sigue siendo un gran espectáculo con una base enorme de aficionados, así que es un buen lugar para mostrar la capacidad técnica de una marca… Pero en cuanto al retorno de la inversión… no sé… quizá es un poco más lento que en la Fórmula E. Si tienes la posibilidad de hacer las dos cosas, no está mal, pero el futuro es, indudablemente, eléctrico. La Fórmula-E es el campeonato en el que tienes el mejor retorno de las inversiones: si consideras el coste –todos los equipos que competimos en Fórmula-E tenemos un tope de gasto técnico de 25 millones de euros– y consideras el valor de la visibilidad que obtienes, es, con diferencia, el mejor campeonato. La visibilidad de nuestro campeonato es de 380 millones de aficionados repartidos por todo el mundo.
Ahora somos el tercer deporte de motor en el ranking, después de la Fórmula 1 y MotoGP. La Fórmula E es tercera y luego está la NASCAR. Pero los costes del campeonato para los equipos no son tan altos como los de la Fórmula 1”.
Para finalizar, le pregunto a Franzetti por los límites reales de las baterías eléctricas del futuro, y el director de DS Performance se muestra cauto: “Vamos avanzando año a año, y no sé hasta donde se podrá llegar en un futuro a largo plazo; lo que puedo decir es que en DS lanzaremos a finales de 2024 un modelo completamente nuevo, cuyo nombre interno es D85, que tendrá una autonomía de 700 kilómetros”.