Con motivo de las fiestas de San Isidro, proponemos una serie de restaurantes en los que alimentarse de lleno del casticismo madrileño. Desde tascas o tabernas míticas de estética cañí hasta nuevas aperturas culinarias en las que disfrutar de la velada gastronómica ‘Made in Spain’ con un clavel en el pelo y una buena comida.
SLVJ
El nuevo restaurante de SLVJ ya forma parte de la constelación de restaurantes de lujo del Food Hall de Galerías Canalejas. Su propuesta se estructura en torno a un concepto más informal en el que los grandes hits del grupo se degustan a través de tapas y medias raciones. Desde los edamames glaseados en salsa sakura hasta los SLVJ Japanese tacos, el Salmon Crispy Rice y los Truffled Mushroom Dumplings.
Todos ellos los ‘minimiza’ su chef venezolano Fermín Azkue, que centra su cocina en extraer a través de técnicas contemporáneas el máximo sabor a una materia prima de calidad. Además, este miércoles 15 de mayo servirán en el restaurante un postre especial para celebrar San Isidro llamado ‘Rosetta’: un mousse de chocolate con inspiración de frambuesa, que estará disponible a partir de las 13h.
¿Dónde? C. de Alcalá, 12, 28014.
El Lince
Tras llevar al éxito el restaurante La Tasquería, Javi Estévez abrió este segundo restaurante en el que vuelve a sus orígenes y propone una carta tradicional, más abierta y menos radical, con un apartado de casquería en recetas populares junto a platos de cuchara, guisos y pescados del día.
En la carta de El Lince, más allá de su apartado de carnes y casquería en los que encontrar desde un jarrete de cerdo asado, manitas de cerdo semideshuesada con salsa de callos o las mollejas de cordero al ajillo, hay una sección de raciones para compartir como gildas, croquetas de cecina, palomas de ensaladilla rusa o una deliciosa tortilla de patata guisada con salsa de callos y ensaladas como la de lengua de ternera en escabeche.
Lhardy
El día de San Isidro también hay que rendirle culto al cocido madrileño. En este histórico restaurante castizo caracterizado por sus sillones de terciopelo rojo y sus paredes de madera oscura, nos deleitaremos con su cocido madrileño en versión gourmet. Un plato servido en tres vuelcos que se diferencia por su sopa servida con trozos pequeñitos de carne y pollo, acompañada de garbanzos de pico pardal de Castilla y León, verduras (repollo, patata y zanahoria) de Carabaña, chorizo de León, morcilla de arroz, secreto ibérico estilo Burgos o longaniza trufada de cerdos de Euskal Txerri.
¿Dónde? Cra de S. Jerónimo, 8, 28014.
La Tasquería
Si la casquería es lo tuyo, deberás ir sí o sí a su templo: La Tasquería. Un restaurante en el que Javi Estévez recupera la tradición gastronómica madrileña reinventando la casquería fina con un concepto vanguardista emplatado en presentaciones divertidas y sugerentes. Su coscina visceral ofrece asimismo un menú degustación que puede degustarse desde su agradable terraza.
‘6.900 platos de manitas, más de 17.00 rabitos de cerdo, 41.000 aperitivos, 3.400 cabezas de cochinillo o 6.000 kilos de callos, pata y morro servidos durante estos tres primeros años de andadura son solo algunas de las cifras que nos avalan.’
¿Dónde? Calle del Duque de Sesto, 48, 28009.
Casa Macareno
Dentro de la escena culinaria madrileña, Casa Macareno se presenta como uno de sus auténticos imprescindibles. Esta tasca castiza que abrió sus puertas en 1920, adentra al comensal en un espacio de ambiente cañí inspirado en los años 50 y en las casas de comida tradicionales, y destaca, entre otras cosas, por actualizar la clásica taberna de toda la vida a través de una carta de ibéricos y quesos, conservas y encurtidos que incluye platos estrella como sus croquetas, bravas, huevos o su steak tartar de solomillo elaborados por el chef Pepe Roch.
¿Dónde? C. de San Vicente Ferrer, 44, 28004.
La Esperanza
La velada podremos escenificarla asimismo en La Esperanza, un bar de inspiración cañí que evoca el imaginario de los años 70 a través de elementos como lámparas esféricas, taburetes forrados o sus platos de duralex sobre los que el dúo de chefs Javier Moya y Ferrán Blanch sirven su propuesta castiza que aúna todas las culturas que rodean el Mediterráneo.
Tanto en su barra de mármol, como en sus mesas de inspiración retro, podremos degustar desde vermuts, guisos o tapas como las clásicas bravas, hasta su ensalada ‘Zuchini Burrata’, con tallarines de calabacín, burrata, piñones y tomates secos o su ‘Bomba de la Barceloneta’: una patata cremosa rellena de carne al estilo de la boloñesa y rebozada como una croqueta.
¿Dónde? En Calle de la Torrecilla del Leal, 3.
La Tasquita de Enfrente
La Tasquita de Enfrente se ha convertido en el auténtico place to be para la comunidad artística de la capital y para los amantes del buen comer. Dentro de su carta, que varía en función del producto, se incluyen guisos clásicos y tradicionales que Juanjo López traduce en forma de platos como sus albóndigas, su tartar de tomate, ensaladilla rusa o su famosa panna cotta para terminar. Aunque uno de sus platos más representativos, que compartiremos en la mesa el día de San Isidro, serán sus callos llamados ‘Gaona’, que se presentan como un homenaje a la receta original de su padre.
¿Dónde? C. de la Ballesta, 6, 28004.
El Maño
La carta de Bodegas El Maño representa a todos los madrileños de alguna forma u otra. Se trata de una tasca mítica de la ciudad situada en el barrio de Malasaña, en la que podremos vivir este día especial compartiendo unas croquetas de jamón ibérico, gildas, salmorejo, torreznos o un cachopo asturiano. Por no hablar de sus torreznos, patatas bravas o su tortilla de patata que también formarán parte de nuestra velada.
¿Dónde? C. de la Palma, 64, 28015.
Zalacaín
El templo gastronómico Zalacaín es famoso por haber acogido en sus mesas a grandes personalidades de todos los ámbitos. Desde la aristocracia hasta grandes figuras de la literatura, el arte o de la alta sociedad y clase política como Salvador Dalí, los Rolling Stones, Adolfo Suárez o Mario Vargas Llosa. Un espacio de referencia en el que el contexto político y socioecómico siempre se ha fusionado con el gastronómico.
En alguna de sus lujosas salas, viviremos San Isidro desde la esfera de la alta gastronomía a través de las elaboraciones y reinterpretaciones históricas de Jorge Losa. Una de ellas serán sus famosos callos y su consomé de carne acompañado de huevos de codorniz; junto a sus patatas suflé, y sus crepes y tejas de almendra con los que acabar de sofisticar la experiencia.
¿Dónde? C. de Álvarez de Baena, 4, 28006.
