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La nueva aventura de Dockers: conquistar el mundo en chinos

Los tiempos están cambiando. El traje ya no es la primera opción de la vestimenta de un hombre; ni siquiera lo sería para el mismísimo James Bond, quien querría enfrentar sus particulares batallas vestido con ropas más cómodas si unos chinos Dockers estuvieran a su alcance; y es que, tanto para un simple mortal como para el hombre que venga las injusticias del mundo sin despeinarse, la razón de prescindir del traje es simple: para cambiar el mundo no se necesita un traje (To Change The World, You Don´t Need A Suit). Lema con el que Dockers invita a hablar del duelo épico que existe entre la mentalidad moderna, relajada y motivada por la pasión -representada por los chinos Dockers- y los clásicos pantalones al estilo tradicional del traje a medida.

Un duelo que con frecuencia ronda la mente masculina a la hora de vestirse para salir a la calle y hacer frente a su rutina diaria. La decisión ahora es elegir entre tomar el camino habitual para vestir en el trabajo o adoptar un nuevo estilo.

Tradición frente a aventura. El traje como máximo representante de un estilo de vida convencional o la elasticidad y versatilidad de los productos de Dockers como fuente de comodidad y estilo para ser la mejor versión de uno mismo, estando, claro, a la altura de etiqueta de cualquier ocasión.

Un nuevo punto de vista que nace en un mundo donde cada vez es más fácil crear un impacto positivo gracias a la nueva generación de emprendedores que engloba Dockers; la firma que convirtió el conocido ‘Casual Friday’ en un hábito más allá de vestir los viernes, último día de jornada laboral, con un estilo más relajado. Una filosofía propia de Dockers a la que ha vuelto a recurrir, esta vez, colocándola en un contexto más moderno y contemporáneo, a través de una campaña divertida, de tono humorístico y rebelde.

El auténtico significado de #YouDontNeedASuit y #DockersAlwaysOn se aprecia en el spot que la firma ha preparado para este nuevo lanzamiento, donde se cuenta la historia de un joven emprendedor que se durmió mientras trabajaba, y al vestirse a la mañana siguiente para ir a trabajar un traje se interpone en su camino.

Saber cómo termina el enfrentamiento entre el joven y el traje está a un solo clic.