Ya se ha celebrado el II Diálogo de Silestone de Arquitectura y Gastronomía con dos invitados de honor, David Muñoz, chef y dueño del mítico restaurante estrella Michelín, DiverXo, y Lázaro Rosa-Violán, interiorista encargado de dar vida y forma al restaurante mencionado. Una reunión de expertos en ambas materias que, lejos de lo que parece, están íntimamente relacionadas y que ambos profesionales han sabido conjugar dentro y fuera de los platos.
Parece ser que David Muñoz lo tenía claro cuando le dio a Rosa-Violán las pautas en ideas y objetivos cuando le habló de crear interiormente un restaurante: un interior tan creativo como sus platos.
Son algunas de las declaraciones e ideas que se expusieron en el II Diálogo de Silestone de Arquitectura y gastronomía celebrado durante la Semana de la Arquitectura de Madrid, patrocinado por el Instituto Silestone. En esta charla, David Muñoz recalcó la importancia de encontrar en un restaurante las mismas directrices que se presentan en los platos.
La idea de David de conseguir un interior que no dejara indiferente a nadie, como él mismo hace con su cocina, llevó a poner a Cosentino en la tesitura de crear una encimera Dekton, con forma de riñón, inspirada en los años 70 para dejar al personal y al comensal con la boca abierta.
Conocido por romper las reglas en su cocina, David Muñoz, pidió a Lázaro Rosa-Violán un interiorismo atrevido, de diseño y de autor, como sus platos.
Acertando los dos con una idea y propuesta trabajada de ahora en adelante: el interiorismo, esto es, la iluminación, la disposición del mobiliario, los colores, las formas, todo, tiene que ser un ingrediente más de la alta cocina.