El reconocido aceite de oliva virgen extra Diezdedos vuelve a brillar en la escena internacional alzándose con el prestigioso Gold Quality Award en la London International Olive Oil Competition 2024. Este galardón, otorgado a su nuevo coupage Esencia, posiciona nuevamente a Diezdedos entre los mejores aceites del mundo. Asimismo, confirma una vez más la excelencia de esta marca nacida en la comarca del Matarraña, en el municipio de Cretas, Teruel.
Desde su fundación hace poco más de 13 años, Diezdedos acumula una impresionante serie de galardones internacionales. En 2021, la marca conquistó tres medallas de oro en el Dubai Olive Oil Competition-Rarly Harvest Edition con sus aceites mono-varietales de arbequina y corbella, así como con su primer coupage “PAGO Diezdedos”. En 2019, obtuvieron dos oros en el Japan Olive Oil Prize, por sus variedades corbella y arróniz. Además, en 2018, Diezdedos alcanzó su primer gran éxito internacional en el exigente mercado francés, logrando las medallas de plata y oro en los Prix Epicures París.
El reciente triunfo en Londres es especialmente significativo, ya que “Esencia” fue el único coupage galardonado con una medalla de oro entre una competencia que contó con la participación de más de 600 productores de todo el mundo. Este coupage combina lo mejor de las cinco variedades cultivadas en la finca Diezdedos: empeltre, arbequina, corbella, arróniz y frantoio, resultando una experiencia única para los sentidos.
Josep María Rodas, visionario creador de Diezdedos, comenta sobre este logro: ‘El oro de Londres ha sido aún más épico porque hemos sido el único coupage premiado. Nuestro objetivo siempre ha sido apasionar con cada botella, buscando la excelencia en cada paso del proceso de elaboración.’
Desde sus inicios, Diezdedos ha desafiado las convenciones del mundo del aceite de oliva virgen extra, apostando por la calidad y la innovación. Esta visión ha sido recompensada no solo con premios, sino también con el reconocimiento de chefs de renombre mundial, como Bittor Arguinzóniz del Asador Etxebarri, quien fue uno de los primeros en incorporarlo en su cocina.
‘En el paladar se reproduce un viaje sensorial que empieza en la flor del olivo, sigue en las ramas, penetra en las raíces y en la tierra que las nutre.’
