El mayor (falso) mito que recae sobre la cerveza es la facilidad que tiene para crear de la nada una importante barriga. Pero la verdad es que esas cañas no son las únicas responsables de tu vientre hinchado.
Esta leyenda urbana viene persiguiendo a los asiduos consumidores de cerveza desde mucho antes de empezar a beberla, y todo por culpa de esas calorías vacías que sí contienen, pero mucho menos dañinas y consecuentes que las que pueda contener un cubata o un cóctel.
Tiramos de un copazo este mito que tantos remordimientos nos ha ocasionado.
Desmontamos los (falsos) mitos de la cerveza
Un estudio realizado por la Academia Española de Nutrición (AEN), junto al Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido la encargada de derribar el mito de la barriga cervecera adjudicando el aumento del perímetro abdominal a errores en la alimentación, principalmente, y no tanto al consumo de cañas y cervezas.
Desmontamos los (falsos) mitos de la cerveza
Si estás ya en la segunda caña, te lo recordamos: no es tan culpable la cerveza de esa barriguita como un conjunto de malos hábitos en la alimentación. Así que deja de comer patatas.
Desmontamos los (falsos) mitos de la cerveza
Es más, una caña al día (85 calorías) está muy lejos de lo recomendable, 2.000 calorías en mujeres y 500 más para los hombres.
Desmontamos los (falsos) mitos de la cerveza
Por si este descubrimiento no fuera alegría suficiente, la ciencia nos dice que quienes consuman cerveza (con moderación) podrían incluso tener una mejor corpulencia que quienes no la beban.
Desmontamos los (falsos) mitos de la cerveza
Y para los más interesados, la barriga (ya no) cervecera podría deberse a malos hábitos en la comida, la genética, el tabaquismo o la falta de ejercicio físico.