Gastro

Dentro de la historia de la icónica Big Mac

Cómo la burger de McDonald’s se convirtió en un emblema del fast food.

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Es grande, imponente y contiene una salsa propia. La Big Mac podría ser una de las únicas hamburguesas irremplazables del mundo, que tan sólo puede encontrarse en un sitio en concreto. McDonald’s daría con su fórmula mágica en 1967, y desde entonces, no ha dejado de ser el gran símbolo del imperio del fast food.

La mítica hamburguesa de la cadena cuenta incluso con un museo que le rinde culto desde Pensilvania. En concreto, desde el interior de un restaurante de North Huntingdon, que alberga en su interior una exhibición que hace un repaso por todos sus hitos, junto a una escultura de la Big Mac de 4,5 metros de altura y un busto de su creador Jim Delligatti a tamaño real.

La Big Mac no sólo se consume como arte, también como un medidor de la economía global. En 1986 se daría a conocer ‘el índice Big Mac’, con el que saber si las divisas están a su nivel ‘correcto’ en base al precio de la hamburguesa. En base a sus resultados, pueden demostrarse la diferencias de poder adquisitivo de los consumidores; así como regular o comprobar el nivel de las divisas internacionales.

El legado de Jim Delligatti

Aunque pueda parecer que esta hamburguesa siempre ha formado parte del universo McDonald’s, la realidad es que no llegó a su menú hasta 27 años después de su fundación. Y fue gracias a su inventor Michael James «Jim» Delligatti, el cual la pondría a la venta por 45 cents, más del doble de lo que costaba una hamburguesa normal en el restaurante por aquel entonces. Hagamos un repaso por su historia.

Tras luchar en la Segunda Guerra Mundial, Deligatti despegaría en el mundo de la restauración en el momento en el que asistió a la feria de la Asociación Nacional de Restaurantes en 1955, una de las mayores reuniones anuales de profesionales de la restauración. Allí conocería a Ray Kroc, un agente de franquicias que compró McDonald’s, del que Jim se convirtió en uno de sus franquiciados más importantes.

El primer McDonald’s de Delligatti abrió en el oeste de Pensilvania en 1957, y en los 25 años siguientes abrió 47 más en la zona de Pittsburgh. Como una manera de desmarcarse de la competencia de poderosas cadenas como Big Boy y Burger King, decidió hacer una hamburguesa mucho más grande con la que satisfacer el hambre incesante de sus clientes.

Con esa idea disruptiva en mente, presionaría a la empresa para que le permitiese ofrecer una burger con dos hamburguesas de ternera. Tras dos años de lucha, consiguió su objetivo. También el de introducir el menú de desayuno en McDonald’s, con el que servía pancakes y salchichas a los trabajadores del acero de Pensilvania que necesitaban comer algo después de sus turnos nocturnos. 

Así, la Big Mac haría su debut oficial el 22 de abril de 1967, respaldada por anuncios que la endiosaban como una ‘burger con dos hamburguesas recién molidas, queso fundido, lechuga crujiente, pepinillos y nuestra propia salsa especial’.

Mathew Imaging / WireImage

La hamburguesa de Delligatti sería todo un éxito en su primer local, a pesar de doblar el precio del resto del resto de productos, extendiendo su influencia por los restaurantes de McDonald’s de todo el país, y posteriormente del universo. A día de hoy, tras casi 60 años de historia, sigue siendo el gran icono de los Arcos Dorados.