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Queda menos de un mes para que acabe el verano y en Tapas ya nos ha entrado ese sentimiento de nostalgia. Hasta el punto de ponernos melancólicos rememorando esas tardes de verano de antaño degustando los helados de moda. Porque en la década de los 80 y 90 vivimos la edad heladera dorada, con un montón de creaciones que marcaron una época y que a día de hoy siguen triunfando entre jóvenes y no tan jóvenes. Porque, ¿quién no ha probado, el Frigopie, el Colajet, el Calippo o los Apolos? Hacemos un viaje a aquellos maravillosos veranos para recordar algunos de los helados más icónicos de los 80 y 90, que seguro también echas de menos. Eres old, ¿pero así de old?
Camy
La historia de los helados durante los años ochenta y noventa para por esta mítica marca que nos dejó grandes productos. La empresa fue creada en los 60 con el nombre de Helados Camay -mítico también es el eslogan que usaban: «Helados Camay, mejores no los hay»-. Unos años después, la todopoderosa Nestlé se hizo con la marca y decidió quitarle una letra para dejarla en Camy. Desde entonces, vivió una época dorada en el mundo de los helados, especialmente en verano, hasta que a finales de los 90 y principios de los 2000 Nestlé decidió fusionar todas sus marcas y comercializar todos sus helados bajo el nombre de Helados Nestlé -cuyo logo era muy parecido al de Camy-. De esta forma, Camy dejó de existir.
Durante todas esas décadas, Camy dejó en la retina y el paladar icónicos helados que a día de hoy se siguen vendiendo. Una de sus insignias era el ColaJet, una curiosa propuesta de sabores que combinaba la punta de chocolate con una parte de limón y otra de Coca-Cola.
De entre el legado heladero de Camy, destacan también el incombustible Maxibon, que se ha convertido en uno de los más consumidos de todos los tiempos. Otro helado muy recordado de aquellos años fue el Nifti, que tenía forma de cara de fantasma. Tampoco podemos olvidarnos de los clásicos polos Camy de diferentes sabores (limón, crem, cao, fresh…), el inconfundible Crocanti o los Cortes, otra de las emblemáticas tradiciones heladeras de los veranos de antes.
Aunque la marca desapareció en 2024, en 2020 volvió a la palestra, después de que el Tribunal Supremo dictó sentencia contra Nestlé por falta de uso del nombre a nivel comercial. ICFC, la marca que en su día operaba como Avidesa -de la que hablaremos a continuación-, aprovechó la coyuntura, se hizo con el nombre y le dio una segunda vida a los helados Camy a partir de 2022.
Avidesa
Avidesa es otra de esas marcas que se relaciona con el verano de mucha gente. La empresa valenciana tuvo su momento de gloria hasta que primero la adquirió Miko, y posteriormente Nestlé -que a su vez había absorbido a Miko-. En 1997, Nestlé decidió integrarla dentro de Camy y acabó desapareciendo. Paradójicamente, los dueños iniciales de Avidesa se volvieron a hacer con la marca Camy en 2022, relanzándola al mercado e incluyendo sus Apolos en esta nueva era.
Entre los hitos de Avidesa podemos destacar sus icónicos Apolos, los conos de helado con diferentes sabores como vainilla, nata o chocolate. Su impacto fue tal que muchos hoy en día siguen llamando Apolos a este tipo de helados. Algunos helados destacados de la compañía fueron la Pantera Rosa o sus amados polos de hielo, entre otros.
Miko
La tercera marca en cuestión que también sucumbió a la compra por parte Nestlé en 1994. Miko fue fundada en 1945 por el cántabro Luis Ortiz, pero lo hizo en Francia bajo el nombre de Miko Creme Glacé. Desde el 51 pasó a operar sólo como Miko-. A España la marca no llegó hasta finales 70, gracias a la empresa CONELSA. Esta compañóa abrió una división de helados bajo este nombre, que contaba con la familia Ortiz como accionistas, aunque el logo era distinto al de Miko Francia.
Miko fue otra marca que dejó huella con grandes y recordadas creaciones, que a día de hoy siguen disponibles en el catálogo de Helados Nestlé. En 1977, por ejempló, lanzó al mercado sus Patapalos, helados de hielo con sabor a naranja, fresa o limón. En su palo contenían Mikopremios. Sin duda, otros de sus helados más icónicos fueron el Pirulo, que puso a la venta en 1993. Sin olvidarnos tampoco del Mikolápiz o los Fantasmikos, que todos siguen disponibles actualmente.
Frigo
Una de las marcas que lideró el sector de los helados en los años 80 y 90 y que actualmente sigue teniendo un gran poder. Está presente en el mercado español desde 1927, aunque no fue hasta 1998 que se empezó a usar en nuestro país el típico corazón en el logo de la marca. En los 70 fue absorbida por Unilever.
Muchos de los helados que ha ido lanzando Frigo a lo largo de su historia se han ido manteniendo en su catálogo. Uno de los productos más inconfundibles es el Frigo Pie. Aunque a principios de los 80 decidió lanzar al mercado el Frigo Dedo, que representaba una mano y tenía un sabor intenso a fresa, la marca creó en 1983 el Frigopie que, sin duda, se ha convertido en uno de los helados más consumidos. Este cremoso y refrescante helado de fresa con forma de pie es tan querido por niños como por adultos.
Unos años antes, Frigo ya había comercializado otro helado mítico: el Drácula, convertido también en otro de los grandes clásicos de helados españoles. Su secreto es la mezcla de sabores, con un interior de vainilla con sirope de fresa y recubierto de cola.
Por supuesto, tampoco podemos dejar pasar los Mini Milk, el Twistter -lanzado en 1986-, el Calippo -competencia del Pirulo y lanzado en 1984- o el Negrito. Este último también tuvo la opción Blanquito, con chocolate blanco. La marca acabó añadiendo una «n» para convertirlo en Negritón y evitar cualquier posible polémica.
Otras creaciones que quizá no se convirtieran en grandes clásicos fueron el Frigurón, que emulaba un tiburón, aunque hace poco volvió su esencia pero en forma de flash. ¿Recuerdas también el CoraZón, el Boomy o el Strabik?
¿Qué te ha parecido el recorrido por los helados más recordados de los años 80 y 90? Lo mejor que puedes hacer para acabar con este momento nostálgico, es comerte de nuevo alguna de estas joyas.