Seguro que más de una vez te han dicho que haces algo «de higos a brevas«, y no sabemos si era en modo enhorabuena o si por el contrario era el preludio de una reprimenda, pero ¿qué tienen que ver estos frutos con los periodos de tiempo?
Utilizamos la expresión «de higos a brevas» para decir transcurre mucho tiempo entre dos hechos. Aunque ambos frutos provienen de la higuera, el nacimiento de unos y de otros están separado por un periodo de 8 a 10 meses, por lo que podríamos decir que, ciñéndonos a la literalidad, la expresión vendría a hacer referencia a esa horquilla de tiempo, aunque realmente y en el día a día se usa de una manera mucho más genérica, para expresar que algo ocurre cada mucho tiempo.
La temporada de higos suele ir desde agosto hasta septiembre (sí, estamos a puntito y por eso no vamos a perder la oportunidad de proponerte unas recetas con este alimento de temporada). Por su parte, el periodo álgido de las brevas suele comenzar a finales de mayo a principios de junio. Las brevas son un fruto bastante más grande de tamaño que los higos, con una piel más fina y quebradiza, poco lechosas y menos aromáticas, ya que contienen mayor cantidad de agua al haberse desarrollado en época primaveral.
Realmente, la breva se trata de un higo que no ha sido capaz de madurar a tiempo y permanece en la higuera hasta la próxima temporada. Por eso, aunque tantos los higos como las brevas sean frutos de la higuera, solo las higueras bíferas son capaces de producir ambos.
Te proponemos unas deliciosas recetas con este fruto de temporada. Eso sí, esperemos que no las prepares solo «de higos a brevas»…