Durante estas largas semanas la gran cuestión que se ha repetido sin parar en la redacción de TAPAS –y en buena parte de los hogares españoles– ha sido: «¿cuándo diablos abrirán los bares de nuevo?». Ha sido la pregunta del millón que nos ha quitado a todos el sueño e incluso –un poco– el hambre y sobre la que hemos llegado incluso a hacer alguna que otra quiniela. Pues bien, poco a poco vamos viendo la luz (y las barras, y las cañas, y las bravas…) al final del túnel. Pero sin prisas, porque para llegar con éxito a la meta, hemos de ir superando, provincia a provincia y cada una a su ritmo, una serie de enrevesadas fases de desescalada que analizamos a continuación.
Aunque hay que dejar claro que, en cada fase, ni las fechas marcadas son fijas ni las medidas previstas son inamovibles, ya que la ‘receta de la desescalada’ se irá ajustando, revisando y modificando en base a la evolución de la pandemia. Así que espera un poco para descorchar el champán…
FASE 0
Es en la que nos encontramos actualmente (excepto algunas afortunadas islas –El Hierro, La Gomera, La Graciosa y Formentera– que ya están en el siguiente peldaño). En esta etapa los bares no podrán abrir sus puertas salvo para ofrecer take away de comida. Así que las cervezas, de momento, te las seguirás tomando en casa. Porque se puede acudir al pequeño comercio con cita previa; pero no, tú no puedes solicitarla para ir a tu bar de cabecera, por muy buen y fiel cliente que lleves siendo los últimos 20 años…
FASE 1
Las provincias que hayan hecho los deberes podrían entrar en esta fase el 11 de mayo. Éste puede ser uno de los días más felices de la vida para muchos, porque los bares abrirán sus terrazas. Eso sí, siempre respetando la sacrosanta distancia de seguridad de 2 metros (¡nada de abrazos etílicos, que nos conocemos!) y con un aforo del 50% de su capacidad. Algo que no ha sentado muy bien a parte del sector, que considera que así es imposible que la apertura de bares sea rentable. Aunque va a haber un reto aún mayor: conseguir una mesa en una terraza. Ya hay quien amenaza con que si pilla sitio en la Fase 1, no se levanta hasta la Fase 4…
FASE 2
Si todo va sobre ruedas, el lunes 25 de mayo podríamos inaugurar nueva fase y pasar al interior de bares y restaurantes. Aunque con condiciones, claro está: la ocupación máxima será de un tercio del aforo, se tendrá que garantizar la distancia social y vete olvidándote de aquello del codo en la barra, ya que sólo estará disponible el servicio de mesas.
FASE 3
Dos semanas más tarde, en torno al 8 de junio, si el coronavirus no da demasiada guerra, entraríamos en la recta final de la desescalada. En lo que a los benditos bares se refiere, básicamente se iría dando un poco de manga ancha en cuanto al aforo permitido en terrazas e interiores. Con dos novedades importantes: podríamos volver a acomodarnos en nuestras queridas barras (manteniendo un mínimo de 1,5 metros entre parroquiano y parroquiano) e incluso la ‘penúltima’ podría caer en una discoteca, ya que abrirán sus puertas con un tercio de su aforo.
FASE 4: ‘LA NUEVA NORMALIDAD’
A esta etapa, cuyo nombre parece sacado del guión de una peli distópica, en ningún caso se llegará antes de finales de junio. ¿Y qué nos espera en ella? Pues ni idea, la verdad… Porque aunque se supone que recuperaremos nuestra libertad individual, lo cierto es que hasta que no llegue la vacuna (y no se la espera pronto) no podemos bajar la guardia contra el virus (ni las autoridades, lógicamente, van a permitir que lo hagamos). Así que estampas como la de la foto que encabeza este artículo no se darán hasta dentro de mucho, mucho tiempo…
Lo que sí podremos hacer, por ejemplo, es huir de la ciudad y comernos unos espetos en un chiringuito de la playa; o coger el coche para ir a ver a esos amigos que viven en otra comunidad autónoma y juntarnos con ellos. Juntarnos en un bar, por supuesto. Que no es poco.
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