Nos aventuramos a transitar por terrenos pantanosos. Tan complicados como asegurar cuáles son las mejores croquetas de España (y por extensión seguramente del mundo). Porque para una gran mayoría las más deliciosas del planeta no serán otras que las que elabora su madre o quizá su abuela desde hace décadas. Y quizá otros, huérfanos de dotes culinarias en la familia, asegurarán que nada puede compararse a las croquetas que se sirven junto a esas cañas tan bien tiradas en el bar de su barrio, en ése en el que ostentan el título de ‘parroquiano de honor’ desde hace ya ni se sabe.
También se podría establecer un acalorado debate sobre qué sabor es el mejor de todos entre el inabarcable abanico de posibilidades gastronómicas que puede esconder en su interior una croqueta. Desde las clásicas de jamón hasta las un día sofisticadas de boletus (hoy comunes en cualquier carta). Pasando por cualquier combinación de ingredientes que uno sea capaz de imaginar o que nuestra nevera sea capaz de ofrecer en forma de sobras del día anterior. Para gustos, los sabores…
Pero pongámonos serios, que establecer cuáles son las mejores croquetas de España no es baladí. Y por eso recurrimos a una fuente tan fiable como la de los expertos del congreso de gastronomía MadridFusión, que de estas cosas del comer saben un poco… Y en su última edición, que tuvo lugar a finales de la pasada primavera, tuvieron a bien organizar un concurso de croquetas.
El jurado del certamen concluyó que las mejores croquetas de toda nuestra geografía eran la que se servían en Cañitas Maite, el establecimiento ubicado en la localidad alabaceteña de Casas Ibáñez que levanta pasiones desde que abriera sus puertas el año pasado.
Allí, los cocineros manchegos Javier Sanz y Juan Sahuquillo ofrecen, por 3,5 euros, una croqueta elaborada a base de bechamel con leche de oveja de la Granja Calaveruela y mantequilla, jamón Joselito (insuperable) y un rebozado de panko (copos de pan seco). ¿Suena bien, no? Pues os aseguramos que sabe aún mejor…
Una proeza gustativa con la que consiguieron alzarse con el galardón, tomando el relevo de otro manchego, Alberto García Escudero, jefe de cocina del restaurante Iván Cerdeño, en Toledo, quien ganaría el premio el año anterior. Todo queda en casa.