Reportajes

¿Cuáles son los momentos más raros en los que a uno le entra gula?

Por muy incomprensible que parezca es algo que a todos nos ha pasado en un momento dado y para lo cual la lógica no encuentra explicación. Bien, no es hambre en verdad lo que se nos despierta, sino gula. Y no es el único momento del día en el que lo sentirás, existen muchos otros que hoy te mencionamos y a los que tratamos de dar una explicación más o menos convincente.

¿Cuáles son los momentos más raros en los que a uno le entra gula?

Has terminado de comer, te has echado la siesta y te levantas con ganas de comerte a tu familiar más cercano por los pies. Otro de los momentos más raros para tener hambre porque no has hecho ninguna actividad como para necesitar nutrirte de nuevo. Pues bien, la explicación no es otra que la siguiente: si la siesta es muy larga ha dado tiempo a que el cuerpo haga la digestión y se quede a cero, reclamando más comida para volver a trabajar.

¿Cuáles son los momentos más raros en los que a uno le entra gula?

La misma explicación valdría para quienes notan el hambre nada más levantarse por las mañanas, por muy pronto que sea. Y si es algo intermitente que no pasa día tras día la justificación está en la cantidad de comida ingerida la noche anterior, probablemente muy escasa.

¿Cuáles son los momentos más raros en los que a uno le entra gula?

Nada más terminar de hace deporte no tenemos hambre, sí sed por la deshidratación, pero en cuestión de 30 minutos (o menos) ahí está la gula que invita a dejar la nevera en paños menores. Algo normal que tiene que ver con la falta de nutrientes perdidos en la quema de calorías por el ejercicio físico.

¿Cuáles son los momentos más raros en los que a uno le entra gula?

La razón que puede justificar tener hambre antes de dormir no es otra que la ingesta de una cena poco copiosa y que termina por despertar la gula si dejamos pasar muy tiempo entre la cena y la hora de irse a la cama.

¿Cuáles son los momentos más raros en los que a uno le entra gula?

Y la respuesta a la famosa pregunta de por qué tenemos hambre nada más acabar de comer es: cuando el cuerpo ingiera una gran carga de glucosa, el organismo la absorbe rápidamente provocando la sensación de hambre al poco tiempo de haber comido. Suele ocurrir en comidas muy copiosas con alto valor glucémico y de carbohidratos.