Grant Achatz es uno de los mejores chefs de la escena norteamericana gracias a un despliegue de cocina modernista en su restaurante Alinea en Chicago. Su revolucionaria cocina le ha llevado a pegar el salto para abrir una de las coctelerías experimentales más envidiadas y creativas del mundo (Aviary) y un restaurante efímero que cada cierto tiempo cambia su oferta gastronómica (Next). Su restaurante insignia ha caído este año de top 10 de la lista ‘50 Best’ al número 26 y a pesar de ello, sigue siendo uno de los mejores restaurantes de los Estados Unidos. Es uno de los chefs más adorados del mundo.
Su carrera como chef va cargada de un arduo trabajo porque nada de lo que ha logrado lo ha conseguido por mera casualidad. Con tan solo seis años de edad, trabajó como lavaplatos en el restaurante de sus padres en Richmond (Michigan) y mientras estudiaba en el instituto, siguió formando parte del equipo de varios restaurantes familiares. Se graduó en el año 1994 del Culinary Institute of America en Nueva York y se dedicó a catar cada uno de los restaurantes con tres estrellas Michelin de toda Europa.
A su vuelta, fue el restaurante French Laundry, el mismo lugar en el que creó su famosa explosión de trufa. Pero Achatz quería más y se convirtió en el chef ejecutivo del restaurante Trio. Y entonces llegó Alinea para cumplir su eterno deseo de crear el mejor restaurante del país. Y aunque sus aspiraciones eran muy altas, logró cumplirlas… de sobra.