Cada vez existen más países que adaptan costumbres gastronómicas de otros países. Si en España, la noche de Halloween la aprovechamos para disfrazamos y pedir caramelos y asustando al personal, mañana, Día de Acción de Gracias, nos sentaremos a la mesa con amigos y familiares a comer pavo. Pero, ¿sabes trincharlo? No te preocupes si te pilla algo despistado, nosotros te ayudamos a hacerlo.
El corte exacto del pollo lo tienes controlado, pero el del pavo se te resiste. Normal. Calcula las veces que has comido pollo y las que te has visto haciendo lo propio con un pavo. Te dejamos aquí una guía rápida de todo lo que tienes que saber para acertar con un corte limpio y en la dirección correcta.
Si trinchar un ave tiene su trabajo, cuando el corte se hace en la mesa con toda una ristra de caras atentas a tu espectáculo, las expectativas suben (como tu presión arterial) y todos quieren que hiles fino para obtener su trozo de carne sabroso, no seco. Primera regla a tener clara.
Lo segundo que debes saber es cómo cortar esa pieza que no hay por donde cogerla. Pues bien para ello tendrás que utilizar que utilizar el cuchillo más afilado que tengas par así poder hacer cortes limpios. Y también, el tenedor de trinchar (el más largo de la cubertería).
Una vez sumergidos en el corte, primero cortaremos el muslo, siempre por la articulación, separándolo del contramuslo (también por la articulación).
Lo deshuesamos cortándolo como un jamón pero en vertical, y hacemos lo mismo con el contramuslo.
La pechuga exige otro corte: en rodajas. Se retira el ala y se corta la pechuga en horizontal desde la base y a partir de ahí cortamos en vertical; que hayamos insertado un primer corte horizontal responde a la facilidad del trabajo vertical posterior.