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Los platos llenos de cristales de Sara Shakeel se han convertido desde hace unos años en la obsesión culinaria y en la nutrición creativa de gran parte de la comunidad de internet que ha continuado apreciando y admirando el desarrollo de su obra hasta 2024.
En su portfolio digital, enmarcado en la cuenta @sarashakeel desde 2016, deslumbran infinidad de obras virales basadas en collages creados en formato físico y digital. Éste último configurado a través de herramientas como Photoshop e inteligencia artificial con los que aplica cristales, purpurina, arco iris y diamantes a todo el bufé vanguardista.
La artista, que estudió en primera instancia odontología, acabaría adentrándose de lleno en el mundo del arte para cubrirlo todo de cristales. Una práctica que aguarda un trasfondo detrás: canalizar la máxima positividad y valorar el alimento a través de sus refracciones.
Su resultado se materializa y exhibe en la vida real a través de instalaciones físicas como de esculturas digitales en las que transforma alimentos básicos como huevos, mandarinas, plátanos o limones en auténticas joyas culinarias. Todo ello con la ayuda de sus cristales Swarovski y su Photoshop autodidacta con los que Shakeel pega cristales en la comida IRL, mientras esculpe hamburguesas o patatas fritas con diamantes virtuales.
La glorificación del alimento esencial se proyecta entonces en base a ese trasfondo o mensaje de valorar la comida que nos dan, de estar agradecidos por los alimentos que comemos, proyectando una analogía con los diamantes; que sí percibimos como algo verdaderamente valioso.
