Desde hace varios años y gracias a la promoción del Departamento de Salud de los Estados Unidos, los americanos han decidido que en enero no se bebe ni una gota de alcohol. O, al menos, una buena parte de la población estadounidense que está dispuesta a contribuir con un evento mensual llamado ‘Dry January’ (Enero Seco).
Esta práctica comenzó para desintoxicarse del exceso navideño y de los días de Thanksguiving Day, donde el consumo de alcohol alcanza sus picos más altos (con la excepción del 4 de julio). Y aunque no parezca convencer a la mayoría de los ciudadanos americanos, para un 29% de los consumidores es una buena razón para dejar de beber. Al menos eso es lo que reflejó el último informe de Nielsen IQ, donde recogía también que el 44% de las personas que participaron en el ‘Dry January’ del 2023, repetirían en 2024.
Para las empresas alcohólicas, este evento supone un enorme reto, puesto que su producto principal se deja de vender. Y aunque las ventas se recuperan considerablemente en el mes de febrero (fruto de un efecto rebote), las marcas se han tenido que reinventar para ofrecer otras soluciones a los feligreses de esta iniciativa.
Heineken, por ejemplo, se ha convertido en toda una referencia en el ‘Dry January’. Todo gracias a su Heineken 0.0%, donde se ha convertido en la cerveza 0.0 más consumida en Estados Unidos. Con una apuesta millonaria en el mercado americano, la empresa holandesa comenzó su andadura en el salvaje Oeste en 2017 y a día de hoy ha logrado 86 millones de dólares en ventas, en un país donde la cerveza sin alcohol no entra en los planes de los consumidores.
Blue Moon es otra gran apuesta para aquellos que quieren dejar de beber alcohol en el primer mes del año. Esta cerveza nacida en Denver, Colorado, ha lanzado una versión 0.0 de su clásica Belgian White, manteniendo su toque español con un jugo de naranja valenciana. Otras marcas como Miller Lite han apostado por productos diferentes, como unos caramelos mentolados que imitan el sabor de la cerveza, para paliar las ansias de tomar un trago.
Lo que está claro es que desde que se pusiera de moda esta tendencia en 2012, el mes de enero se ha convertido en una nueva ventana publicitaria como la Super Bowl. Cada vez más marcas apuestan por crear productos sin alcohol para ver si pescan en unas aguas sin alcohol y que cada vez abundan más peces.