La Ley Seca se estableció en Estados Unidos desde 1920 (¡hace 100 años) hasta 1933, pero los orígenes que hubo detrás de la enmienda 18 y las repercusiones que provocó su aplicación tocaron temas tan dispares como el racismo, la guerra contra las drogas, la reforma penitenciaria, los sentimientos anti inmigración y la creación de los cócteles. De hecho, la mayoría de los cócteles que hoy tomamos se crearon durante esos años. Cócteles como el Manhattan, Martini, Daiquiri, etcétera, fueron creados durante lo que se llama la Edad de Oro de los cócteles, la cuál empieza a partir de 1850.
El hecho de que la bebida fuese ilegal en Estados Unidos ayudó a difundir una cultura ya naciente de bares clandestinos a lo largo de todo el mundo, en los que aparecieron miles de ‘combinaciones’ a base de mezclar y mezclar. De aquí la palabra “combinado”. De hecho, cócteles reales de ésta época de prohibición son también el Mary Pickford o Scofflaw, procedentes de Cuba y París respectivamente. A partir del siglo XIX los cócteles pasaron de ser algo exclusivamente estadounidense a formar parte de la cultura culinaria mundial. Un cambio que comenzó unos años antes de la Ley Seca pero que encontró en la prohibición del alcohol el impulso que necesitaba.