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Las últimas tendencias de belleza parecen haberse encumbrado a través de la comida, como una exploración colectiva que han llevado a cabo desde marcas externas como Rhode de Hailey Bieber hasta otras más puramente gastronómicas como Pop Tarts.
En este sentido, las nuevas generaciones están adentrándose en esta nueva era de la belleza proyectada por TikTok en la que lucen peinados de ‘mantequilla de galleta de canela’ o se maquillan con ‘café con leche’.
Vuelta a los 2000
Se trata de una tendencia que parece revivir esa década dosmilera en la que los adolescentes hidrataban sus labios con bálsamos con sabor a refresco. Ahora, con la nostalgia en el punto álgido de la cultura global, renace la corriente en clave actual a través de productos como los esmaltes de uñas de Dunkin’ Donuts o la paleta de sombras de ojos inspirada en Pop Tarts de Too Faced.
La comunidad de belleza de TikTok está vislumbrando cómo esa conexión comida-maquillaje y/o con otros artículos de belleza se convierte en una forma efectiva de visualizar mejor qué es exactamente lo que estamos comprando.
Y es que, a pesar de que la historia de la comida y el maquillaje no sea nada nuevo, y se remonte a miles de años atrás con el uso de bayas como colorantes de labios en la antigua Roma y Grecia, o el polvo de arroz como ingrediente cosmético en el periodo Edo de Japón, ahora se recontextualiza para darle un nuevo sentido en la era contemporánea.
Las marcas de cosméticos no han tardado entonces en lanzar sus propias versiones de este fenómeno comercial, bautizando productos con nombres de alimentos, en el que también se incluyen las tendencias y estéticas de belleza como la ‘latte girl‘ o la ‘tomato girl‘ asociada a un look de maquillaje centrado en el colorete rojo con pecas en las mejillas.
Dentro de este menú estetizado, los extractos de alimentos como ingredientes principales en los productos se viralizan con lanzamientos o tratamientos como el labial a base de péptidos que viene en sabores como vainilla, sandía y caramelo salado.
El nexo sensorial
Categorizar las tendencias de maquillaje con la estética de la comida y la bebida, desde un punto de vista cultural y de marketing, tiene mucho sentido, ya que está conectada por factores sensoriales cruzados, como el olor, el sabor y la atmósfera, que puede ayudar a atraer a un público más joven al que quizá no le interese el maquillaje por sí esos productos nostálgicos.
En internet podemos ver entonces reflejada toda esta realidad actualizada con cremas hidratantes que ‘ayudan a parecer un donut glaseado al final del día’, makeups inspirados en un plátano o ‘labios con efecto dumpling’ como tendencias estéticas que están teniendo un efecto radical en la industria a través del deseo global y su profunda vinculación sensorial.