Aunque pasa desapercibida durante el resto del año, la refrescante (y con un punto goloso) horchata de chufa es protagonista indiscutible durante los meses estivales. De hecho, las estanterías de los supermercados se llenan de bricks y botellas de esta bebida de origen valenciano (sobre todo, de Alboraya) nada más comienzan las altas temperaturas (hay algunas recetas sin las que el verano no sabría igual…). Sin embargo, prepararla en casa tampoco tiene ningún secreto: solo se necesitan chufas, agua y azúcar. A continuación te explicamos cómo puedes hacerlo para triunfar en tus próximas reuniones veraniegas.
Ingredientes
- Chufa (500 gramos)
- Azúcar (300 gramos)
- Agua (2,5 litros)
Modo de preparación
Lo primero que hay que hacer es poner las chufas en remojo, en abundante agua, la noche de antes (hay quienes recomiendan que sean 48 en vez de 24 horas). Con ello conseguiremos que el tubérculo se hidrate y se reblandezca ligeramente, lo que nos facilitará su posterior trituración. Aviso a navegantes: es importante ir cambiando el agua de tanto en tanto para retirar impurezas.
Al día siguiente, colocaremos las chufas escurridas en nuestro robot de cocina (también se puede utilizar una batidora de mano, aunque cuesta más), añadiremos el azúcar y el agua (además se puede incorporar una tira de piel de limón y una cucharadita rasa de canela molida) y trituramos hasta que no se noten trozos de chufa.
El puré resultante todavía tendrá alguna que otra impureza… por eso, después de colar la mezcla por una malla fina, apretaremos bien para que salga la mayor cantidad de horchata posible. ¡Et voilà! Guardamos la horchata en la nevera para que se enfríe y listo.