Son muchas las incertidumbres de una primera velada romántica: qué me pongo, a dónde voy, ¿le gustaré?… Con estas conjeturas no podemos ayudarte y tampoco vamos a decirte qué tienes que comer pero sí podemos indicarte qué es mejor evitar a la hora de elegir el menú para que la comida no sea un lastre en tu cita amorosa. Allá vamos:
Hamburguesa: ¡Aviso para navegantes! Peor que pringarte la cara al morder este manjar, es usar cubiertos para comértela. En cualquier caso, no es la mejor de las opciones. Si la hamburguesa es de calidad y lleva su guarnición como es debido (lechuga, tomate, queso, cebolla…) te costará concentrarte en la conversación con tu ‘love’ mientras tu mente hace un esfuerzo por dar un bocado sin que te manches ni se escurra nada de este bocadillo.
Alitas de pollo: La batalla contra un hueso en busca de carne puede llegar a ser muy dura (y poco glamuroso) en una primera cita. Si, además, esa lucha incluye salsa barbacoa será difícil salir airoso.
Espaguetis: Este plato es el mítico que todos teníamos en mente pero nunca está de más recordar lo difícil que es sorber una tira de pasta del tirón o que la salsa sea una constante amenaza.
Salsas que dejan rastro: Alioli, curry, cualquiera con ajo… Un consejo: cuanto más fuerte huela la salsa, más posibilidades hay de que la comida te provoque mal aliento y, bueno, para una conversación íntima no es lo más recomendable.
Platos picantes: Aquí depende mucho de cada persona pero, por lo general, uno de los efectos del picante es la sensación de calor, el sudor y los mofletes colorados. Quizá este cóctel no es el mejor compañero de los nervios iniciales.
¿Cocido en la primera cita? Aquí ya deciden los valientes.