Queda poco para el inicio de la primavera, y con ello, la llegada del buen tiempo y el adiós al plumas y los jerséis de lana. Además, se va acercando el verano y empezamos a intentar cuidarnos un poquito más. Intentar cuidarnos no significa pasarlo mal y, mucho menos, dejar de comer. Por eso, hoy te traemos algunos trucos. Toma nota.
Come despacio.
Normalmente, sentimos que estamos saciados 15 o 20 minutos después de la ingesta. Si comemos muy deprisa, es probable que terminemos tomando más cantidad de la que necesitamos. Por eso, lo mejor es comer despacio y masticar bien la comida.
Incluye más vegetales.
Llena tus platos de vegetales y, aparte de tener unas comidas muy coloridas, harán que te sientas saciado sin ingerir apenas calorías.
Toma raciones más pequeñas.
Come de todo, pero en pequeñas cantidades. No te harán sentir que estás a dieta y reducirás tu ingesta calórica diaria.
No te pases con el alcohol.
Además de contener muchísimas calorías, son vacías, por lo que no te hacen sentir lleno. Intenta reducir la ingesta de alcohol siempre que puedas.
¡Muévete!
Hacer ejercicio es importantísimo no solo a nivel físico, sino también mental. Ayuda a controlar la ansiedad y el estrés. Así que, deja el sedentarismo y ve caminando en vez de coger el coche.