Solemos pensar, erróneamente, que ambos términos informan sobre lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. Hoy te desvelamos en qué se diferencias estos dos conceptos que tan adosados van siempre en las etiquetas.
Tanto las calorías como las kilocalorías coinciden en su medición de la energía en cada producto, pero hasta aquí el parecido. Aunque necesitemos energía para poder funcionar todo el día, unas miden una pequeña parte de esa energía y las otras lo hacen en todo su significado.
Nos explicamos.
Cuando hablamos de kilocaloría nos estamos refiriendo a la medida oficial para medir esa energía que determinado alimento aporta al cuerpo. Expresadas a veces en kilojulios. Es, por tanto, la referencia que debemos buscar en las etiquetas cuando vayamos a hacer una dieta o saber, simplemente, cuántas grandes calorías van a entrar en nuestro cuerpo.
Por el contrario, cuando nos referimos a las calorías, lo estamos haciendo a las pequeñas calorías. Es decir, a la mínima y suficiente energía que se necesita para aumentar la temperatura de un gramo de agua a un grado centígrado. Prácticamente inservibles en el día a día.