Burger King continúa afianzando su posicionamiento en el mercado español con un crecimiento sostenido y una estrategia de expansión bien definida. La sociedad que gestiona la actividad de la cadena en el país, Burger King Spain, cerró su último ejercicio con una cifra de negocio de 979 millones de euros, lo que supone un incremento del 8,6% respecto al año anterior, según los datos presentados en el Registro Mercantil.
Este volumen de negocio no refleja únicamente las ventas directas de los establecimientos, sino que incluye tanto los ingresos generados por los restaurantes propios de Restaurant Brands Europe (RBE), la matriz de la enseña, como los provenientes de los servicios prestados a su red de franquiciados.
Por regiones, la Comunidad de Madrid lideró el ranking de facturación con 219 millones de euros, seguida por la Comunidad Valenciana (147 millones), Andalucía (138 millones) y Cataluña (108 millones). El resto del territorio nacional acumuló una cifra conjunta de 324 millones.
Estrategias de expansión
A cierre de 2024, RBE operaba 1.052 restaurantes propios en España —89 más que el año anterior—, mientras que el número de franquicias se situó en 307 establecimientos. Esta evolución responde a una firme estrategia de crecimiento basada en la apertura de nuevos restaurantes propios y la adquisición de franquiciados ya existentes. En este sentido, RBE compró el pasado ejercicio 54 locales a la compañía mexicana Alsea, sumándose a las operaciones de integración llevadas a cabo en años anteriores con empresas como Burger Kam, Easy Lunch, Megafood o Ibersol, entre otras.
El resultado de explotación de Burger King Spain alcanzó los 74,2 millones de euros en 2024, con un crecimiento del 11,3%, mientras que el beneficio neto se elevó a 21,14 millones, lo que supone un aumento del 37%. La totalidad de este beneficio fue transferido a su matriz, RBE.
Por su parte, Popeyes, la segunda marca más relevante del grupo en términos de facturación, registró unos ingresos de 114,4 millones de euros, un notable incremento del 40,6% respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, el ambicioso plan de expansión de la enseña en España ha implicado importantes inversiones, lo que derivó en un resultado de explotación negativo de 6,5 millones de euros y unas pérdidas netas de 9,24 millones.
En cuanto a Tim Hortons, la tercera enseña del grupo, finalizó el año con una facturación de 2,7 millones de euros y un beneficio neto de 202.000 euros, según las cuentas de TIM Iberia.
En conjunto, y a falta de la publicación de sus resultados consolidados, RBE alcanzó en 2024 una cifra de negocio de 1.331 millones de euros (+12%) y un EBITDA de 291 millones (+14%) en la Península Ibérica. Las ventas totales, que incluyen tanto locales propios como franquiciados en España y Portugal, ascendieron a 1.850 millones. La compañía se ha marcado como objetivo superar los 2.000 millones de euros de facturación en 2025, consolidando así su posición como uno de los grandes referentes del sector de la restauración organizada en Europa.