Buenos Aires es la ciudad del Tango, del Obelisco, de Boca, de River, del barrio de La Boca o del Río de la Plata, pero también es la ciudad de la pizza. Los datos lo confirman, Buenos Aires es la ciudad del mundo con mayor consumo de pizzas, ya que se consumen cada día 39.000 que, a lo largo del año, suman una escalofriante cifra de más de 14 millones de pizzas.
Todo el mundo considera que Italia es el auténtico país de la pizza y, sin embargo, Argentina es el país del mundo con más pizzerías por habitante. Si bien se consume en todo el país, la mayor concentración de pizzerías y clientes se da en Buenos Aires. Los porteños aman la pizza y todos tienen una pizzería favorita, que defienden como si de un equipo de fútbol se tratase. Algunas de las famosas son Güerrín, situada en la mítica Avenida Corrientes, Kentucky, Angelín, el Cuartito o Banchero, establecida originalmente en el barrio de La Boca.
El fanatismo por la pizza llega hasta el extremo de que anualmente se organiza una auténtica carrera de la pizza denominada Muza5k, en la que los participantes recorren las distintas pizzerías ubicadas en la famosa Avenida Corrientes de Buenos Aires para después realizar una votación que determine cual es la mejor de la ciudad.
El amor argentino por la pizza tiene un origen histórico que se remonta a la llegada de inmigrantes italianos a Buenos Aires durante el siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Los italianos se encontraron con un país lleno de recursos, al que convirtieron en su hogar y en el lugar donde desarrollar un nuevo concepto de pizza. La versión porteña de la pizza italiana tiene un poco más de todo: más grosor, más queso, más aceite y, en general, más ingredientes.
En la pizzería Banchero de La Boca, se produjo una de las grandes innovaciones que ha aportado la gastronomía argentina a la pizza tradicional. En 1893 un inmigrante italiano procedente de Génova se instaló en el barrio de La Boca y abrió una panadería junto a su hijo, Juan Banchero. En ese lugar surgió la llamada fugazza con queso, palabra que proviene del genovés fugassa (focaccia), teniendo como ingrediente principal la cebolla.
El furor pizzero no ha parado con los años y, de hecho, los expertos señalan que las pizzerías están ganando terreno al consumo de carne y a las tradicionales parrillas. La historia de la pizza en Buenos Aires ha sido objeto incluso de un documental, realizado por Raúl Manrupe en el año 2011, que analiza la cultura que se ha generado en la ciudad entorno al consumo de este maravilloso producto.
En definitiva, podemos asegurar que el que quiera buscar la capital de la pizza en este año 2015 no debe visitar Napolés, Génova o Roma, sino Buenos Aires.
