(EXPANSIÓN). La compañía especializada en atún rojo ha completado una inversión de 31 millones de euros en sus nuevas instalaciones de L’Ametlla de Mar (Tarragona) tras el incendio sufrido en 2018.
La empresa familiar catalana Balfegó, uno de los grandes actores del sector del atún rojo a nivel mundial, estrenará el mes que viene su nueva planta de L’Ametlla de Mar (Tarragona), que sustituye a la que fue destruida por el fuego en el verano de 2018. El grupo pesquero ha llevado a cabo una inversión de 31 millones de euros en las nuevas instalaciones, que suman 12.000 metros cuadrados, casi el triple que la anterior factoría, y se dividen en dos naves: una para la actividad productiva y otra para oficinas e investigación, explica Juan Serrano, director general de Balfegó.
La inversión ejecutada se desglosa en 24 millones en edificaciones y siete millones de euros en maquinaria para el procesado del atún en fresco y otras actuaciones. Para este segundo capítulo, Balfegó aspira a conseguir una subvención de hasta dos millones de euros en el marco del Perte Mar-Industria, enfocado a proyectos para la transformación de la pesca y la acuicultura.
Financiación
Alrededor del 75% de la inversión de la planta se ha financiado con créditos bancarios, mediante una operación con Cajamar en el caso de los edificios, mientras que para la maquinaria y las placas fotovoltaicas Balfegó ha obtenido préstamos de BBVA, CaixaBank y Sabadell. La empresa afronta con recursos propios el 25% restante del proyecto.
La firma atunera, que está en manos de la quinta generación de la familia Balfegó, alcanzó en el ejercicio cerrado en abril de 2023 un beneficio neto consolidado de 8,6 millones de euros, frente a los 6,2 millones del anterior. A falta de conocer los resultados completos de 2023-2024, la facturación consolidada fue en ese ejercicio de 99,5 millones de euros, un 5% más, y las previsiones para 2024-2025 apuntan a 109 millones.
Con su propia flota pesquera y con embarcaciones de teceros, Balfegó pesca el atún rojo en el Mediterráneo occidental entre mayo y junio. Los atunes vivos capturados se trasladan a las instalaciones de acuicultura de la firma, situadas a 2,5 kilómetros del litoral, donde los peces son alimentados hasta su posterior sacrificio con la técnica japonesa conocida como ikejime.
Mercados
Balfegó suministra exclusivamente su atún rojo a la restauración durante todo el año y exporta más del 70% de la producción a cuarenta países, con Estados Unidos a la cabeza. El segundo mercado de la firma es España.
La empresa catalana ha diversificado geográficamente su negocio después de dejar de vender su producto a Japón.