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Demna Gvasalia, en el papel de director creativo de Balenciaga, ironiza una vez más con la moda para subvertir los códigos del sistema mediante la transformación de objetos cotidianos en controvertidos accesorios de lujo. Un proceso de diseño basado en la descontextualización que ha seguido en infinidad de ocasiones, como pudo verse en su gama de ‘it bags comestibles’ inspirados en bolsas de patatas fritas para la temporada primavera-verano 2024.
La nueva colección titulada ‘Antwerp Tote Bag’ incluye cuatro iteraciones del bolso que evoca la mítica bolsa isotérmica para llevar congelados, pero ahora por la friolera cantidad de 2.700 euros. El bolso de piel de Balenciaga presenta un estampado de bayas y arándanos, un logotipo al estilo supermercado y un código de barras en la parte delantera, con las asas teñidas en rojo.
Dentro de la misma gama culinaria, se expone otra versión en napa de piel de becerro de malla blanca con un print de verduras, otro de fresas y uno último estampado con diferentes panes, que incluyen herrajes en plata envejecida y un forro de nylon.
La colección de bolsos de Amberes para la temporada SS24 ya está disponible en tiendas selectas y en la web de la firma por un (no tan) módico precio de 2.700 euros.