Hay muchas empresas en el ámbito de la gastronomía que apelan a su labor social (y más que hacen falta), pero nos atreveríamos a decir que ningún caso supera el de Auara. Fundada por tres emprendedores con una variada experiencia profesional y bagaje previo en diversas ONG’s, su nacimiento tiene como origen un dato que por conocido no deja de ser estremecedor: más de 700 millones de personas no tienen acceso a agua potable. Una cifra que cobra aún más sentido completada por esta otra: 288.000 millones, la cantidad de litros de agua embotellada que se venden cada año en el mundo. De la mezcla de ambos datos nació este agua mineral de alta calidad proveniente del manantial de Los Barrancos (León) y que toma su nombre de la palabra que usan los etíopes para referirse a las tormentas de arena en desiertos como el de Afar, el lugar más cálido y seco del planeta.
Cuanto más se indaga en el proyecto más claro queda su compromiso total. Sus socios han firmado ante notario que el 100% de los dividendos se destinará a diversos proyectos basados en el agua (saneamiento, agricultura, acceso a agua potable), el estado de los cuales se podrá seguir en todo momento a través de su web o el código QR incluido en las botellas. Además, su intención es que a medio plazo también se puedan realizar donaciones y llegar a elegir el proyecto concreto al que deseas destinarlas. La diferencia que pueden suponer estas aportaciones en la vida de millones de personas cobra más sentido si nos atenemos al hecho de que según ONE (la empresa fundada en 2004 por Bono para luchar contra la pobreza), por cada euro que se invierte en acceso básico al agua y saneamiento se generan al menos cuatro en oportunidades económicas (auara.org).