Gourmet de leyenda, Alberto Ruiz-Gallardón Utrera nos habla sobre Auga e Sal, su primera aventura como hostelero
Debido a su apellido –sí, es el hijo de– sus inicios han contado con una cobertura mediática importante, pero no nos encontramos ante el capricho de un recién llegado. De hecho, algunos recordamos con cariño sus crónicas en los3cerditos.com, ese hit de la prehistoria foodie cibernética. “No sé qué hacía yo, universitario como era, metido en aquel fregado”, afirma con algo de nostalgia nuestro interlocutor. “Ahora todo el mundo dice que lo leía, pero Google Analytics no nos decía lo mismo…” [risas]. El caso es que cuando hace un año, tras una década ejerciendo la abogacía en la especialidad de Arbitraje Internacional, se trasladó a vivir a Santiago de Compostela, se encontró ante la tesitura de reinventarse como abogado –“Aquí no podía ejercer”– o hacerlo del todo dedicándose a su gran afición. Ya sabéis cuál fue su decisión, y os aseguramos por su tono que no se arrepiente para nada. “Y no creas, que me ha servido de mucho mi pasado. En la abogacía eso de que el cliente siempre tiene la razón se lleva aún más al extremo”. Sobre su propuesta como restaurador, basada en el producto pero como un pequeño giro creativo –“Lo tengo fácil con la despensa que hay en Galicia”– habla a las claras el hecho de que pasara unas semanas aprendiendo en La Tasquita de Enfrente o que cuente con los consejos del gran Abraham García(Viridiana). “El mercado y la temporada lo son todo. Ellos mandan”. Palabra de gourmet.