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Hace unos meses el astronauta Frank Rubio batió el récord de la estancia más larga en órbita, orbitando unas 5.936 veces nuestro planeta. Durante su periplo espacial, otro de los hitos que logró fue cultivar el primer tomate en el espacio, dentro del experimento Veg-05, un proyecto centrado en el cultivo de frutas y verduras en el espacio.. Cuando regresó a la Tierra, no encontraron la hortaliza y la dieron por perdida, aunque fue un tema sonado en la Estación Espacial Internacional (ISS), donde llegaban a bromear que Rubio se había comido el tomate.
La cosecha del tomate, que era de unos 2,5 cm de ancho, se llevó a cabo en una cámara especial de crecimiento, empleando técnicas de hidroponía, sin tierra, den la que las raíces de las plantas recibían una cantidad nutritiva para su crecimiento, según publicó la CNN. Al volver, Frank Rubio intentó localizar dicho tomate, pero no había ni rastro, y eso fue en marzo de 2023.
Ahora, ocho meses después, la astronauta de la NASA, Jasmin Moghbeli, anunció la recuperación de este tomate, que se encontraba dentro de una bolsa de plástico con cierre hermético. Las hortalizas -había dos tomates dentro de la bolsa- se encontraban “deshidratados y ligeramente aplastados” y todavía “no tienen crecimiento microbiano o fúngico visible”, según informaron desde la Agencia Espacial.