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Así son las primeras ‘catas’ de aire de montaña del mundo

En Graubünden, el cantón suizo de los Grisones, proponen diferentes experiencias turísticas con el olfato como protagonista. El guía de todas ellas es el galardonado perfumista Patrick Stebler, “sumiller del aire de montaña”.
Así son las catas de aire de montaña

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Hemos catado (y mucho) vino, chocolate, aceite, cerveza, whisky, tequila, café e incluso agua; pero nunca se nos había ocurrido -hasta ahora- ‘catar’ aire de montaña. Esta insólita experiencia es uno de los sugerentes reclamos turísticos de Graubünden, el cantón suizo de los Grisones, una espectacular región alpina que invita a recorrer sus bellos paisajes con el olfato como guía.

“Nuestro ‘sumiller del aire de montaña’ te mostrará cómo puedes vivirlo en todas sus facetas”, afirman desde su página web. Este guardián de los aromas de Graubünden no es otro que Patrick Stebler, un galardonado perfumista, boticario y gastrónomo suizo que ha explorado las montañas de la región con su privilegiado olfato desde que era un niño:

“Creo que el sentido del olfato está enormemente subestimado. Es el sentido más importante para mí, pero solo se percibe inconscientemente”, apunta Stelber. “Es la forma más intensa de memoria. Los olores se almacenan en el cerebro (sistema límbico) y se pueden evocar en cualquier momento. Además, el sistema límbico es el centro de las emociones y los sentimientos. Muchas cosas hermosas pasan inconscientemente por la nariz”, añade.

Aromas salvajes

Como explican en la web de Graubünden, Stebler “sabe mejor que nadie qué cañón huele a mañana de verano y qué bosque con notas resinosas tiene un efecto calmante”. Por eso lo han escogido para dirigir las ‘catas’ de aire de montaña, en las que los visitantes aprenderán los distintos elementos que intervienen en el aroma único de la región -como la altitud o la humedad-; y respirarán la esencia de los bosques de abetos antiguos, las hierbas silvestres, la madera crujiente, las rocas minerales o las rosas alpinas.

De hecho, hay diferentes experiencias en función de las preferencias aromáticas de los futuros ‘catadores’: una de las más populares invita a descubrir la ‘senda de los arándanos’ en Viamala, que culmina con una comida elaborada por la chef suiza Tavolata Regula Schmid (incluye un postre personalizado hecho con los arándanos recogidos durante la excursión). Otra pasa por el paraíso de las castañas, Bergell (que también se saborea en una degustación de tarta de castañas); en la ruta de Surselva, la miel y el tomillo son los deliciosos protagonistas; y en Vals, los aromas de la madera lo impregnan todo.

Las ‘catas’ se pueden reservar a partir de 50 francos suizos, ofrecen la posibilidad de contratar un traductor y solo ‘obligan’ a cumplir dos condiciones: “Experimenta y disfruta”. ¿Te atreves a poner a prueba el olfato en este paraje idílico?