El Cenador de Amós, tres estrellas Michelin y tres Soles Repsol, nunca deja de sorprendernos. Su chef, Jesús Sánchez se rinde en esta propuesta a la estacionalidad del producto tras haber sido galardonado recientemente con la Estrella Verde por su compromiso con la sostenibilidad. Así es Temporalidad, la nueva edición del Cenador de Amós.
En esta 29 edición del restaurante, como lo denomina Jesús Sánchez, cambia todo salvo la admiración, el respeto y el compromiso con el entorno. Su forma de entender la cocina le ha llevado a potenciar la sostenibilidad y preservar los sabores de su entorno más cercano, siempre con una propuesta vanguardista.
Este año, el chef se vuelca en el desarrollo de una experiencia única que llevará el nombre de «Temporalidad«. Una propuesta que sugiere a cada comensal un viaje que remite, sin lugar a dudas, al tiempo. Un recorrido que está vinculado a la estacionalidad de sus productos e interpretado a través de la creatividad, la innovación y, por supuesto, el sabor.
“Cada uno de los bocados pertenecen a un tiempo. Pasado, presente o futuro. Invitan al conocimiento, al reconocimiento o la identificación, desde una creación, recreación o interpretación consciente” explica Jesús Sánchez.
La oferta gastronómica es única. Temporalidad es una vuelta a las raíces y a la tradición. Una mirada que refleja sabores de antes traídos a nuestro tiempo en platos actuales cocinados con la experiencia y técnica de hoy. Disfrutar el presente y perdurar en el tiempo son sus valores.
El equipo del Cenador de Amós plantea aquí una reflexión entorno al tiempo y el sabor. Para Jesús Sánchez “la temporalidad lleva también, implícita para nosotros, una invitación al disfrute hedonista de la experiencia gastronómica. Así como una invocación al tiempo”.
El entorno del restaurante es la prueba de que pasado y presente pueden convivir de forma armónica. La casona palaciega donde se encuentra data del siglo XVIII sin embargo, cuenta con elementos arquitectónicos y diseño vanguardistas. Desde sus inicios, uno de los objetivos era conseguir que el Cenador de Amós fuera sostenible, responsable con el entorno, las personas y el medioambiente.