Muka, que en euskera de Iparralde significa “ceniza del fuego”, es el nombre bajo el que nace el nuevo proyecto gastronómico del cocinero vasco Andoni Luis Aduriz, inaugurado ayer en el Palacio de Congresos del Kursaal. Ocupa el local del antiguo Ni Neu, cerrado el pasado mes de febrero tras 12 años en funcionamiento, y su título ya adelanta sus intenciones: «tiene el deseo de aportar una mirada contemporánea al vínculo entre la cocina y el fuego».
El chef explica que en este nuevo establecimiento «quiere explorar este cautivador elemento en todas sus formas e intensidades: rescoldo, llama, brasa, humo, ceniza…», con una oferta pensada para compartir y platos que van y vienen, en función de la temporada y el mercado. «Nos servimos de productos de calidad de nuestro entorno y jugamos a combinar ingredientes que nos permiten realzar sus sabores y aromas, teniendo las brasas como hilo conductor durante toda la experiencia», comenta.
El espacio, que ha sido diseñado por el arquitecto Iñigo Gómez de Segura y el interiorista Luis García de Alemany, cuenta con una zona de brasa desde donde elaborarán la gran parte de la carta y que presidirá el comedor. Allí, el «fuego se puede sentir y vislumbrar desde todas las mesas, tanto en la zona de restaurante como en la zona de bar».
En la copa
Muka cuenta con una bodega basada en un concepto de vinos de todo el mundo, especialmente del País Vasco, Rioja, Francia e Italia. La gran mayoría de las referencias que aparecen en la carta son de pequeños productores que crean sus vinos artesanalmente, muchos de ellos elaborados de manera natural y ecológica.