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El proceso culinario de un huevo frito puede resultar en muchas ocasiones más complejo de lo que puede parecer en primera instancia. Incluso en un tipo de arte que puede llevarse a cabo de infinidad de maneras, aunque ninguna sea como la de José Andrés.
Se trata de una técnica con la que elaborar los huevos fritos perfectos de manera sencilla. Para empezar, el experto en la materia confía en su fiel espátula metálica para elaborarlo, calentándola previamente en aceite caliente durante unos segundos con el fin de facilitar la separación del huevo de la sartén sin complicaciones.
El utensilio se deslizará sin problemas bajo el huevo y permitirá ponerlo directamente en el plato, como un ingenioso truco que evitará que se pegue a la sartén.
El emblema de la gastronomía, que ha declarado en muchas ocasiones su amor hacia el huevo, ha compartido en otras ocasiones formas creativas de disfrutarlo: desde al horno hasta los coloridos huevos rotos de su jardín.
Sin embargo, su huevo frito predilecto parece ser el huevo dorado con yema líquida, y un poco de caviar, elaborado con la sartén inclinada para que el aceite se acumule debajo del huevo, echando continuamente más aceite burbujeante por encima para cocinarlo de manera uniforme.