Comentaba hace bien poco nuestro colaborador Carlos Sáez que «Barcelona, a pesar de las adversidades, sigue siendo un destino gastronómico predilecto en Europa». Y razón no le falta: la Ciudad Condal lo ha sido, lo es y lo sigue siendo. Esto es así gracias a equipos como el del hotel Mandarin Oriental, que continúa apostando por los pequeños productores locales con el objetivo de poner en valor el territorio y la tradición. A través, siempre, de una cuidada nómina gastronómica.
En esta ocasión lo demuestra proponiendo a los comensales un viaje por la bella Italia en La Tavola de Blanc, un pizza bar (nacido a modo de pop up) recién llegado del país de la bota que plantea un recorrido por algunas de las más míticas elaboraciones transalpinas. Regentado por Vincenzo Imparato, ex Mandarin Oriental Lago di Como, busca deleitar a los clientes mediante tradicionales recetas y exquisitas pizzas.
Entre las primeras sobresalen genialidades como la melanzane alla parmigiana, la ensalada caprese, la burrata con prosciutto di Parma, el famoso tiramisú o el babá, un delicioso bizcocho napolitano bañado en ron. Entre las segundas, la Napolitana, elaborada con productos como el aceite de Puglia, Mozzarella de Búfala Campana y pomodoro de Campania, o la Marinara de doble horneado, una opción vegana que lleva tomate daterino, ajo negro y orégano.
Aviso a navegantes: los platillos podrán degustarse solo durante el mes de abril de martes a sábado, desde las 19 hasta las 23 horas.