Orlando, la marca de tomate frito favorita de los españoles, nació en España hace 100 años y, desde entonces, no ha dejado de crecer y adaptarse a las nuevas tendencias. 100 años en los que han cambiado muchas cosas, pero en los que otras se han mantenido igual. Como el mítico sabor del sofrito Orlando, que apenas ha variado desde su origen y que llegó a nuestras cocinas para ahorrarnos tiempo sin renunciar al mejor sabor. Un sofrito que desde su nacimiento se elabora con tomates 100% locales, recolectados en España, y cuidadosamente seleccionados por agricultores de aquí.
Hoy la marca celebra con orgullo que cumple 100 años, pero también ser de un país con mucho tomate, porque a los españoles nos encanta comerlo a todas horas. Y es que España es, además, un país en el que nos encanta celebrarlo todo (somos el segundo país europeo con más festividades en el calendario).
Por eso, no es de sorprender que para festejarlo, Orlando haya decidido innovar una vez más (porque durante todo este tiempo la marca ha diseñado nuevos productos y formatos), presentando la primera tarta de tomate frito del mundo, cuya receta ha sido elaborada por su chef Iván Sáez.
En palabras del chef, “cuando me propusieron crear una receta innovadora por el centenario de una marca tan querida por todos como es Orlando, lo primero que me vino a la cabeza fue una tarta de cumpleaños. Nos pusimos manos a la obra para crear una tarta con tomate frito, nunca antes diseñada. Sabía que el resultado sería tan sorprendente como rico.” Y así ha sido el resultado. Una tarta esponjosa, con un toque dulce y salado muy especial que transporta a todo aquel que la prueba a su tradicional receta.
Y es que, durante todo un siglo, la innovación ha sido uno de los pilares fundamentales de Orlando, acompañando a la marca en todo momento y ayudándola a establecerse como marca líder y pionera en su sector, siempre defendiendo, por encima de todo, la calidad, el sabor, y la localidad del producto y de su producción.
Orlando, la marca que convirtió su eslogan “¡Cuate aquí hay tomate!” en el lema de toda una generación (la nacida entre los 60’ y los 00’), se mantiene fiel a su esencia 100 años después, apostando por su manera de hacer las cosas y con el compromiso de seguir innovando y hacernos disfrutar de su receta por muchos años más.
En 100 años la marca ha cambiado la forma en la que conectamos con nuestros amigos, hemos dado paso a nuevas tecnologías, nuevas maneras de cocinar, de trabajar…Pero por mucho que haya cambiado todo, este sigue siendo un país con mucho tomate. Porque las cosas buenas, jamás deberían cambiar.