Haz clic aquí para leer la versión en inglés.
Si echamos un vistazo rápido a su perfil en redes sociales, se nos hará la boca agua viendo las delicias que preparan en este local de San Francisco. Pero si te fijas bien verás que en muchos de los posts hay un elemento común: los perros. Podría ser que el establecimiento fuera pet friendly. Pero en realidad es mucho más que eso: es una cafetería que elabora recetas de alta cocina para perros. La empresa se llama Dogue, tiene sede en San Francisco y elabora platos impresionantes dignos de la alta cocina para perros. Detrás de esta idea está el chef Rahmi Massarweh, que lleva ocho años preparando comida artesanal de alta calidad para canes.
El objetivo de Dogue es claro: una filosofía de alimentos frescos dirigido a los perros. La idea surgió en 2010, cuando Rahmi y su pareja Alejandra empezaron a criar a Grizzly, un mastín inglés que por aquel entonces tenía 10 semanas y pesaba 9 kg. Su idea era que el perro fuera lo más feliz posible y se alimentara de comida sana. Empezaron dándole lo que recomendaba su criador y las tiendas de animales. Pero se dieron cuenta de que no le agradaba del todo: comer todos los días la misma comida no es algo demasiado apetecible.
Así, se sirvió de sus casi 20 años de estudios de cocina francesa clásica y empezó a aprender a elaborar alimentos ricos en nutrientes para crear comidas completas y equilibradas para las mascotas. Esto incluía, por ejemplo, carne de animales criados en pastos y alimentados con hierba, verduras de temporada ecológicas y algunos animales salvajes que prosperan de la forma en que lo hace la naturaleza.
Alta cocina sólo para perros foodies
En 2015 dio un paso más allá creando Dogue y empezando a ofrecer este servicio a los clientes. Dogue es Mastín en francés y Rahmi lo puso para rendir homenaje a sus raíces en la cocina clásica francesa y también a su perro Grizzly. Entre las recetas que pueden degustar los animales están las gambas salvajes con bolas rojas y doradas hasta un servicio de pastelería con repostería perruna como la Rosa Roja, hecha con corazón de antílope salvaje, raíz de remolacha ecológica y nata ecológica de pasto.
Otro de sus productos más carismáticos es el dogguccino, a partir de 4,70 €. Nada de su carta lleva aditivos ni ingredientes tóxicos. Son todo snacks saludables.
Para los perros más foodies también tienen un menú degustación por unos 70 €. Lo sirven cada domingo e incluye tres platos de temporada que van variando, como un filete de ternera ecológica servido con zanahorias y remolachas fermentadas, sopa de pollo y setas chaga, gofres de piel de pollo o el steak tartar alimentado con pasto. Su apariencia dista mucho de la típica comida para perros y seguro que muchas personas intentarían hincarle el diente.
Además, Dogue también trabaja con cachorros y ofrece un servicio para crear planes de comidas a medida y ayudar a la mascota en la transición a una dieta de alimentos frescos. O en función del peso, el nivel de actividad o necesidades especiales o alergias de los perros. Sin duda, una reinvención en la forma de alimentar, un paso más para ofrecer alta cocina para perros. Dogue es el sitio donde tu perro será el invitado estrella para degustar las delicias más sibaritas.
