Si tu vuelo con destino Las Vegas, Austria o Tailandia se retrasa y tus tripas rugen más que un León de Kenia, tranquilo. Deja ese bocadillo que tristemente miras junto a tu lata de refrescos y aprovecha para comer en condiciones en los distintos restaurantes de Aeropuerto que hemos ido encontrando mientras pasábamos allí las horas previas a nuestras vacaciones.
KIREi by KABUKI
T-4, Adolfo Suárez-Barajas (Madrid)
El mejor piropo para esta sucursal es que puedes hacerte una idea muy aproximada de la cocina de Ricardo Sanz tras visitarla. Aquí encontrarás a gran nivel todos los ‘greatest hits’ de su fusión japo-cañí, que además saldrán a buen ritmo (no hay que perder el avión) y a un precio más moderado de lo esperado. Ah, y desde hace poco también están en la T-1.
PORTA GAIG
T-1, El Prat (Barcelona)
Ir a un aeropuerto tan solo para comer suena bastante raro, pero más de uno debería empezar a planteárselo. Y es que para degustar la cocina catalana del gran Carles Gaig no hay que pasar ningún control de seguridad, así que aquí puedes pegarte el lujo de ver despegar los aviones mientras disfrutas de sus míticos canelones y volver a tu sofá a echarte la siesta.
Caviar House & Prunier
T-5, Heathrow (Londres)
Evidentemente, no son tan bonitos como su homólogo en Harrods, pero los Seafood Bars que la empresa suiza de origen danés posee en los aeropuertos de medio mundo nos han salvado en multitud de ocasiones. Olvídate del caviar (o no) y disfruta con sus salmones, las ostras, esa ensalada de cangrejo… y todo regado con una copa de champán, claro.
TOP AIR
T-1 (Stuttgart)
Algunos aprovecharían el hecho de que este restaurante cuente con una estrella Michelin desde hace 23 años para hablar sobre los misteriosos designios de la Guía Roja, pero lo cierto es que es un lujo disfrutar de los platos con aspiraciones globales del joven chef Marco Azukun y su servicio de alta escuela ante el ir y venir de viajeros (tampoco es necesario comprar un billete para hacerlo).
THE SALT LICK BAR-B-QUE
Puerta 12 (Austin)
¿Te has quedado colgado en medio de Texas? No pasa nada, aquí podrás rumiar tus penas a base de carne a la brasa, ensalada de col, sándwiches de pavo ahumado (deliciosos)… Las calorías se cuentan por miles y los platos son de plástico, pero la música es buena y podrás seguir la fiesta en casa con el kit completo de barbacoa que venden en una cómoda bolsa térmica.