En TAPAS, obviamente, siempre lo hemos tenido muy claro: larga vida a las ciudades españolas en las que te «plantan» una tapa gratis con la bebida. Sin trampa ni cartón, por tu cara bonita. Porque así de majos somos aquí, ¿verdad? Sin embargo, esa simpatía no llega a todos los rincones nacionales… y tampoco todos los establecimientos tienen la capacidad de enrollarse tanto. Por eso, hoy os contamos cuáles son los establecimientos en los que abogan por el tapeo gratuito. Apunta, apunta.
La Barra (Andalucía)
Es uno de los locales con más solera del centro de Jaén: cuenta con una decoración llena de antigüedades y la barra, inmensa, siempre está a rebosar de tapas. Entre los bocados que se pueden probar junto con la consumición figuran los torreznos, las setas, el pisto o sus míticas migas con avíos, que se sirven acompañadas de pimientos, chorizo y panceta. ¿Otro de sus hits? El rossini, un vino tinto mezclado con zumo de frutas.
Las Cancelas (Castilla y León)
Patatas revolconas con torreznos, chipirones, oreja en salsa, tortilla de patata, cortezas de cerdo fritas, croquetas, bravas, albóndigas, anchoas, etcétera. En este bar ubicado en pleno casco histórico de Ávila, a un tris de la catedral, todo es muy castellano, claro. El precio de la bebida ronda los dos euros, tapa incluida.
La Tita (Galicia)
Aquí la tapa siempre es la misma: la fórmula estrella de esta taberna ubicada en Santiago de Compostela es su archiconocida tortilla de patatas. La acompañan siempre con un poco de pan y la sirven tantas veces como consumiciones pidas, en barra o en mesa. Además, chipirones, raxo con patatas, croquetas…
La Corchuela (Extremadura)
Badajoz es una de esas capitales españolas en las que el aperitivo es sagrado, hay tapas gratis en casi cualquier barrio de la ciudad. Y existen tres zonas donde prolifera especialmente: Valdepasillas, San Roque y Santa María de la Cabeza. Esta última congrega, a partes iguales, precios bajos y generosas cantidades. Como botón de muestra, La Corchuela, donde acompañan el vino y la cerveza con bocados muy «wuays».
Moll de Rebaix (Barcelona)
Escondido entre las callejuelas de la Barceloneta, este pequeño bar de tapas es el lugar perfecto si lo que se quiere es huir de las aglomeraciones turísticas. En la barra, entre fotos de cine clásico, naturales y foráneos disfrutan de pescaíto frito, pimientos de padrón o migas totalmente gratis.
History (Castilla La Mancha)
Los albaceteños lo tienen claro: es un buen sitio «para tomarte una cerveza o un tinto y que te pongan una buena tapa por el mismo precio. Con cada bebida el aperitivo es diferente. Y todos buenos», explican.
Bar Erreka (Navarra)
Se trata de un bar pamplonés de los de toda la vida, de esos en los que el camarero te sirve “lo de siempre” nada más cruzar la puerta. Fernando Roncal, que lleva al frente del negocio 11 años, no deja descansar la freidora ni un segundo: el desfile empieza con el frito de calamar, sigue con la bola de pimiento y si el cliente se anima con una tercera ronda, la acompaña con croquetas. También ofrece embutido, chistorra o ‘cazuelicas’ (como cordero asado o alitas de pollo guisadas).
Cervecería Betanzos (Asturias)
En este acogedor y entrañable local de Gijón se puede disfrutar de una refrescante caña acompañada de una tapa de salchichas alemanas con patatas, chorizo y pimientos, paella o, especialmente los fines de semana, unos reconfortantes garbanzos con bacalao. Y con eso música rock de fondo.
El Rincón del Ribera (Alicante, Comunidad Valenciana)
Aunque puede que a priori no llame la atención, propone vinos y cañas a un precio asequible que se sirven acompañados de diversos bocados (el cliente tiene la opción de elegir entre todas las opciones que haya en la barra). Y está ubicado en pleno centro de Benidorm.
Bodega Salvaje (Madrid)
Cuenta con dos establecimientos en la capital, ambos especializado en cervezas de producción artesanal y cocina manchega: su amplia oferta gastronómica incluye desde asadillo, albóndigas caseras y embutidos del pueblo hasta oreja en salsa, tomate picado y estofado de la casa.
