La historia que aquí traemos comienza en el 1900, cuando un valiente inconformista se decide a hacer realidad uno de sus grandes sueños: crear una cerveza de calidad. De ese sueño nació El Águila, una cerveza que se creó en Madrid, pero que deslumbró a todo el país.
Inspirada en los métodos tradicionales
La inspiración en la elaboración de El Águila Sin Filtrar viene de los procesos tradicionales de comienzos del siglo XX, “en esos momentos eran muy manuales y el filtrado de cerveza, tal y como se realiza en la actualidad, no era una tecnología común en las cerveceras”, nos explica Paco Ruiz, maestro cervecero de El Águila. Así, al mantener la levadura propia del tanque de fermentación, lo que se logra es una lager genuina, de sabor muy particular, fácil de beber y equilibrada. Prueba de ese respeto por la preservación de los métodos originales es el giro de la botella que El Águila anima a hacer antes de abrirla, sin agitar, con la que despertar la levadura que se encuentran en suspensión y poder disfrutar la cerveza como recién salida del tanque.
Una autenticidad mundialmente reconocida
El hecho de que no esté filtrada es lo que siempre le ha dado ese toque diferenciador, algo sobre lo que Paco expresa, “en sus orígenes El Águila era conocida por ser una cerveza distinta al resto, y esto lo hemos querido mantener en su esencia”. Aunque también reconoce que han experimentado nuevas elaboraciones y se han permitido modernizar la receta utilizando malta caramelizada y un lúpulo aromático con toques cítricos –Lemondrop®– que le aportan un sabor sorprendente y refrescante. Un trabajo que les ha llevado, en sólo tres años, a los pódiums nacionales e internacionales: Grand Gold en el Monde Selection 2020 y 2021, dos estrellas en los Superior Taste Awards 2020, 2021 y 2022, además de la mejor receta Hoppy Pilsner en los World Beer Awards por dos años consecutivos. Unos reconocimientos que demuestran que hay momentos de la vida en los que es mejor arriesgarse y darle la vuelta a lo que sea necesario, para alcanzar sueños con sabor a libertad.
Maridajes excepcionales
Y, como no hay mejor forma de probar la versatilidad de una cerveza que disfrutándola durante un buen homenaje culinario, Paco Ruiz propone los mejores maridajes con El Águila Sin Filtrar: “Acompaña muy bien las tapas saladas tradicionales como la ensaladilla rusa o unas buenas croquetas de jamón, pero también se puede combinar con platos más fuertes como un buen cocido madrileño o una carne”. Y, como la cosa va de riesgos, ¿qué tal con un spicy tuna roll o ceviche extra picante? Atrévete y ganarás.
*Tapas por El Águila.
El Águila recomienda un consumo responsable.