Las lecturas sobre gastronomía van mucho más allá que los recetarios, y no son pocas las obras que relacionan las cuestiones del comer y de beber con todo tipo de aspectos psicológicos, sociológicos e históricos. Pero con pocas obras nos habíamos topado tan originales como el libro Gastrosofía (editorial Rosamenron), con el que el lector aprenderá de forma lúdica sobre las principales escuelas filosóficas, con anécdotas que relacionan a estas con los alimentos, y recetas ilustrativas de sus ideas y sus épocas.
Desde las normas culinarias de Pitágoras a la frugalidad de Platón (con la excep- ción de los higos), el idílico Jardín de Epicuro, precedente del autocultivo bio, pasando por la enfermiza manía de ayunar de algunos insignes pensadores del medievo, hasta llegar a la insospechada afición al vino del circunspecto Hegel o la no tan insospechada querencia por la cerveza y los habanos de un perpetuo aspirante a bon vivant como Marx. Éstos son sólo algunos ejemplos de este ameno recorrido por lo que pensaron sobre la comida —y lo que comieron o bebieron— algunos de los filósofos más ilustres. Además, incluye deliciosas recetas y maridajes literarios de cada escuela filosófica.
Los autores del libro Gastrosofía, Eduardo Infante y Cristina Macía, han tomado como inspiración para este proyecto la obra Gastrosophie, en la que el pintoresco pensador alemán Eugen von Vaerst escribió a mediados del siglo XIX una elegía hedonista a la comunión entre el buen comer, el buen pensar y el bien vivir. Justo, justo la filosofía de vida que tenemos en Tapas Magazine.
