Soy la mayor de un equipo joven. Cuando llegué a Madrid con 27 años fue justo al contrario”, cuenta la interiorista Gabriela Alcorta (Vitoria, 1963). Quiso estudiar Bellas Artes pero terminó formándose en el mundo de la decoración.
De los 16 años afianzando la excelencia en las tiendas Loewe, se lleva no sólo la significación del trato personalizado y del trabajo en equipo, sino también el valor intrínseco del escaparate. “Queríamos que el cliente fuese consciente de que las botellas están cercanas. Berria Wine Bar es un local abierto, ordenado y organizado para contemplar las cavas y para que se nos vea trabajar. Cada detalle cuenta y tiene un porqué. Hemos transformado y decorado el espacio para acoger a distintos perfiles de cliente, sin que nada reste”, advierte.
Es detallista, minuciosa y precisa en la descripción de su proyecto. Está ilusionada y se muestra agradecida con los compañeros de viaje: “Sin el equipo no lo hubiera podido realizar. Tomás Ucha, sumiller y líder del proyecto, ha tejido una carta de vinos excepcional y coordina un equipo muy preparado. La gente viene a por ellos”.
Entre los materiales nobles como el sipo y la chapa que sostienen el wine bar y la
disposición siempre precisa y variable de mesas y bancos, los sumilleres danzan con un repertorio envidiable: 100 vinos a copas y 2.000 referencias de todo el mundo, 800 en carta, servidas en copas Zalto o Riedel. Aún no llega al año de apertura y las cifras se han casi duplicado.
“Mi abuela y mi marido son de Santoña. Guardo muchos y buenos recuerdos de la playa de Berria y en mi faceta artística también la he pintado en acrílico con oleo. Me une un valor sentimental muy grande. Así escogí el nombre: sencillo y con anclaje”, revela. La localización en la plaza de la Independencia también es un acierto. Un bar de vinos moderno y cosmopolita en un enclave patrimonial privilegiado.
“Estamos muy contentos. Después de nuestra selección inicial, recibimos peticiones de muchas bodegas para estar en Berria”, reconoce. La carta es dinámica y sugerente. Desde las recomendados del mes, las burbujas, los salinos, los blancos y tintos de España y del mundo a los rosados, los sakes y los dulces. Parada obligada en ‘las dunas de Berria’, una hoja irresistible que promete joyas escasas y sublimes.
Alcorta contextualiza: “Queremos crear historia y transmitirla. Personalizamos todo lo que hacemos. Que el cliente vuelva depende de nosotros. En las dunas nos vinculamos de nuevo con la playa y hay vinos premium que dan valor a Berria. Queremos ofrecer lo que no tiene nadie o muy pocos. Producto, pero también buenísimo servicio. Lograr el máximo nivel y que cada sumiller se muestre como es, con su personalidad, y que actúe con psicología divertida”.
La oportunidad en Madrid
Madrid está en auge y Berria lo confirma. La atractiva carta de vinos se armoniza con productos gastronómicos de alta calidad y entrantes apetecibles bajo el epígrafe ‘la playa de Berria’ que incluye desde las clásicas anchoas de Santoña a los espárragos de Navarra o el salmorejo cordobés.
“En los primeros meses de pandemia arañábamos hueco a la desazón y una tarde-noche el local estaba lleno. En la terraza, uno de nuestros sumilleres descorchó una botella muy antigua, el corcho salió entero y los presentes aplaudieron. Esto es puro Berria. Disfrutar, beber, compartir. Y que el equipo se divierta. Todos somos importantes. El lujo es que el cliente venga y vuelva”, reconoce.
5 VINOS QUE TIENES QUE PROBAR EN BERRIA
• Cava Mestres Coquet 2015
• Fulcro 2018, Nas dunas (blanco)
• Domaine Belargus 2020, Anjou noir (blanco)
• 12 Linajes 2017, Finca los Arenales
• Bodegas Ojuel 2019, Supurao de Rioja (vino dulce)