Dice que el buen comer gira acerca del recuerdo. “La buena comida rompe barreras entre la gente”. Es David Dudi Califa, nacido en Tel Aviv, generador de vibra hedonista en Instagram, creador de comunidades en cada uno de sus viajes. The Hungry Tourist, abanderado en esto de acercar las culinarias locales a quienes buscan el valor de una buena sobremesa. “España es el número uno en gastronomía de Europa. Aquí es muy difícil comer mal, porque hay mucha variedad y productos maravillosos”.
Su leitmotiv de vida: buena comida, buena gente. “Vienen, pagan y disfrutan de algo más que un tour, esto una gran familia”. Son foodlovers de cincuenta, sesenta países que conectan entre ellos a través de David. Singapur, Nueva York, Madrid. Siempre para probar la mejor oferta, y no necesariamente en restaurantes con Estrella. “La mejor cultura gastronómica parte de la gente humilde, para quienes el mejor momento del día es llegar a casa y tomar una comida casera. Esto entronca con la gastronomía de supervivencia. Y entonces cita las kokotxas, “me encantan”. O el rabo de toro.
Aunque cuando toca Elkano, David muestra orgulloso el rodaballo a la parrilla en su Instagram. O el trabajo de Xabi Gorrotxategi con la txuleta en Casa Julián de Tolosa. “Cada casa tiene sus propios sabores. Mis padres eran iraquíes y mi madre cocinaba genial. Creo que de ahí me viene el amor por las recetas tradicionales”. Por eso en cada viaje busca la raíz. En la mesa, que caiga la lágrima. “Hay que llorar, porque hay mucha comida que no se ha descubierto”.
Su deber, vivir al máximo, un homenaje a un día 0. A algo que no debería haber sido. “Hace seis años llevé a un grupo a Estambul. Hubo un ataque de un terrorista del ISIS, se inmoló a muy poca distancia entre mi amigo Jaime y yo. Mató a tres de mis amigos, pero todos fuimos heridos ese día. Meses después, tras salir del trauma, empecé mi nueva vida, así que mi deber hacia ellos era disfrutarla”. Y como él, su inmensa comunidad, creada en torno a lo más primitivo, compartir bocados básicos. Que aproveche el viaje, David.