La paella es símbolo de unión. La Generalitat Valenciana ha declarado este plato como Bien Interés Cultural Inmaterial. «La paella es un símbolo identitario del territorio valenciano» señaló la vicepresidenta de la Comunidad, Mónica Oltra. Además, la preparación de este plato la convierte en un fenómeno social como indica Oltra.
En el año 330 a.C., se pueden encontrar los orígenes de esta receta, pero no tal y como la conocemos en la actualidad. Alejandro Magno llevó el arroz a Europa, aunque hasta que no llegaron los musulmanes no fue cuando se cultivó en grandes cantidades.
En el siglo XVI fue cuando se oficializó esa constancia del uso, blanqueamiento y limpiado de las cascarillas de arroz. Muchos, a lo largo de todos años, han querido saber la receta original y tratan de copiarla sin conseguir éxito alguno.
En el siglo XVIII se conoce la primera receta de paella en la que se detalla que el arroz debe de quedar seco, «Paella Grand Royale».
Expansión al extranjero
Bruselas copió la receta de la Paella Grand Royale y en Bélgica se puso de moda un tipo de arroz que recordaba a la paella valenciana, y no sólo por el nombre, Riz à la Valencienne. Además, para seguir su expansión, en 1896, se hace por primera vez la preparación de una paella por el cinematógrafo francés Eugène Lix en su documental Ejecución de una paella.
En Nueva York, en los restaurantes parisinos y en el Soho de Londres, a lo largo del siglo XX, se sirve en los restaurantes una variante del arroz con pollo.
Igualmente, el boom de este plato se produce cuando se produce un aumento de turistas, en los años sesenta, que pasan sus vacaciones en las costas españolas, en concreto en la Comunidad Valenciana. En la actualidad, es uno de los platos claves de la comunidad y de la gastronomía española.