Las patatas fritas son el snack perfecto. Su origen se encuentra en América, pero pronto se extendieron por todo el mundo y, en la actualidad, se pueden encontrar en miles de versiones diferentes. De entre todas ellas, las más populares son las french fries que triunfan en los establecimientos de comida rápida.
Si se habla de los secretos o los trucos que se deben conocer para elaborar las mejores patatas fritas, estos cuatro serían tal vez los que resumen su éxito:
Para que queden crujientes, el punto es que no sean muy gruesas. El aceite debe estar muy caliente y antes de cortarlas, es necesario secarlas y eliminar su almidón en la mayor parte posible (por esto, sería ideal elegir patata nueva, que contiene menos fécula). Antes se podrían introducir entre 5-10 minutos en agua fría y ya cortadas.
Las patatas fritas no son un snack saludable, pero se le puede quitar parte de lo que no las hace saludable. Para ello, es necesario cortarlas y freírlas con su piel, ya que la fibra las hace más digestivas y también saciantes, lo que hace que se consuman en menor cantidad.
También es importante la elección del aceite de oliva. Si se trata de un aceite virgen extra, es mucho mejor. La mejor opción es elegir uno que no tenga un sabor muy fuerte y así no pueda restarle el sabor a las patatas. Además, una vez fritas, habría que reducir al máximo el aceite con papel de cocina, sobre el que se verterá el montante de patatas fritas.
La sal es fundamental, pero como es frecuente en muchos otros platos, casi nunca se sabe cuando se debe echar, si antes, durante o después. Pues bien, si se quiere dar un toque crujiente, siempre después y una vez secadas de todo su aceite sobrante.