El verano es una buena época para intercambiar con los familiares los platos más populares de la región. La gastronomía mediterránea destaca por su variedad y por la cantidad de productos regionales que tiene en su menú.
Cada comunidad autónoma destaca por un producto típico. Si quieres sorprender a tus amigos o familiares con una buena comida, estos son los platos que no pueden faltar en tu maleta esta época estival.
Chicharrones
Es un plato típico andaluz, elaborado con grasa de cerdo. En España se conocen dos tipos; por un lado, el chicharrón de Cádiz y, por otro lado, el chicharrón de Sevilla. Aunque es un plato para consumirlo durante todo el año, es más común ver uno de estos en la mesa de los chiringuitos en los días más calurosos.
Ensaimada
Si vamos a las Islas Baleares, tomar una ensaimada es una parada obligatoria. Se trata de un pastel elaborado con azúcar, harina de fuerza, huevos, masa madre y manteca de cerdo. Además, puedes prepararla según tus gustos, ya que existen otras variantes como la nata o la crema pastelera. Este plato es ideal tanto para desayunos como para meriendas en grupos, siempre teniendo en cuenta las restricciones.
Mojo picón
Pensamos en las Islas Canarias y se nos viene a la cabeza el Mojo picón. Una salsa roja con mucha pimienta, lo cual aporta su pique característico. Esta salsa acompaña a muchos platos como pueden ser las papas arrugas, otro típico de las Islas. Es perfecta para las comidas, ya que por su pique, para las cenas sería demasiado fuerte.
Callos a la madrileña
Los platos de “cuchareo” son muy demandados entre los españoles. Pese a las altas temperaturas, unos buenos callos a la madrileña siempre serán una buena opción. En esta preparación, no se añaden garbanzos cocidos como en la versión gallega, ni se utiliza el pimiento choricero como en la versión vizcaína.
Butifarra
La butifarra es el embutido catalán por excelencia. Está hecho con carne picada de cerdo condimentada pimienta y sal además de una serie de especias. Hay muchos tipos, pero la de Cataluña es la más reconocida, donde también podemos encontrar variedades como la blanca, la negra o la de huevo, según los condimentos que se le añadan. Es ideal para comerla fría en rodajas para acompañar cualquier comida o solo para picar.