Existen numerosas ocasiones en las que al salir a comer fuera olvidamos uno de los gadgets imprescindibles de nuestro día a día, el cepillo de dientes. Por ejemplo, esos días de oficina que vienen acompañados de una buena comilona y salimos de casa sin darnos cuenta, o cuando una comida-reunión se ha alargado más de la cuenta y no termina en el postre, sino que sigue con el café, el chupito y el puro. Sea cual sea la razón, no es agradable terminar de comer y no poder lavarse los dientes como es debido – y mucho menos aún si hemos disfrutado de deliciosas comidas, pero que luego no son nada agradecidas a la hora de repetirse durante todo el día, como chorizo asado, ajo o salsa barbacoa – por eso en Tapas Magazine te proponemos algunos trucos. No podemos hacer milagros, pero podemos intentar sustituir a nuestro siempre querido cepillo de dientes.
Caramelos
Es el típico tópico, pero un caramelo de menta, clorofila o algún sabor fuerte elimina el mal aliento y puede ser el mejor aliado (y sustituto) del cepillo de dientes.
Zumos
Los zumos de frutas también eliminan el mal aliento. Por ejemplo el de zanahorias, pepinos o espinacas.
Bebe agua continuamente
Esto favorece la salivación y hace que se regenere la saliva y se eliminen más bacterias nocivas que provocan el mal aliento o halitosis.
Tés o infusiones
Al contrario que el café, los tés y las infusiones, también regeneran la saliva haciendo que las bacterias disminuyan. Los tés o infusiones de menta o hierbas son los más adecuados.
Toma alimentos cítricos
Una naranja, por ejemplo, también es un gran potenciador de la secreción salivar y, por tanto, evitará también que las bacterias que causan el mal olor se acumulen en tu saliva y en tu boca.
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