Lo primero a la hora de disfrutar de un buen jamón, es elegir una buena materia prima. Jamones Blázquez, con nueve décadas de producción de cerdo ibérico basa su calidad en la alimentación de los propios cerdos y la selección genética de los mismos.
Los cerdos de Jamones Blázquez campean por la finca y de octubre a marzo, en los meses de montanera, basan su alimentación en la bellota y ejercitan su musculatura. Esto hace las piezas de Jamones Blázquez incomparables, con una forma más esbelta y una caña más estilizada.
Un jamón, cuatro partes
Cada jamón se compone de cuatro partes: maza, contra maza, babilla y jarrete o codillo. Dependiendo de la velocidad del consumo, la pieza se debe pelar por un lado u otro. Por ejemplo, para un consumo rápido, será pelado y consumido por la maza. Para un consumo prolongado será empezado y pelado por la babilla.
Estas son las partes de un jamón de arriba a abajo:
Pezuña: Suele utilizarse para los caldos.
Jarrete y caña: Son las partes que encontramos justo antes de la pezuña. Suelen tener características prácticamente similares. Su textura suele ser más dura y fibrosa, aunque también suele ser la parte más aceitosa. Por estos motivos, estas partes se suelen cortar en taquitos o en dados –como contamos en el post anterior– para luego añadirlos a las comidas.
Maza: Es la parte donde se encuentra la mayor cantidad de carne. También es la parte más jugosa y más rica, y donde se presenta la mayor infiltración de grasa en la carne. Además, es la parte que contiene más cantidad de magro.
Babilla: Se sitúa debajo de la maza y está delimitada por los huesos fémur y coxal. Tiene menos carne y se considera la parte menos jugosa del jamón ibérico. Si se piensa consumir el jamón lentamente (varios meses) se recomienda empezar el jamón por este lado, para que no se pierda el sabor y los aromas de la maza. Por el contrario, si se piensa consumir en pocas semanas, lo más aconsejable es empezar por la maza -la parte más sabrosa-.
Contramaza: es la parte opuesta a la maza. Es la parte más estrecha del jamón y también la más curada. Es decir, es la que presenta menos proporción de grasa.
Punta: Es justo la parte opuesta a la pezuña de la pata. Se considera como una de las partes más sabrosas del jamón ibérico y también suele ser la más salada. Contiene bastante contenido graso.